Una pareja de influencer estadounidense fue condenada el pasado martes, 18 de enero, tras infringir la normativa de caza durante varias jornadas cinegéticas que publicaron en sus perfiles en redes sociales. La pareja, Josh y Sarah Bowmar, –junto con su empresa, Bowmar Bowhunting– fue condenada a tres años de libertad condicional y a pagar más de 130.000 dólares en multas, unos 120.000 euros.
Las condiciones de su libertad condicional incluyen que la pareja «no podrá cazar ni participar en actividades relacionadas con la caza, limitadas al distrito de Nebraska», según los documentos judiciales a los que ha tenido acceso CNN.
Ambos individuos fueron acusados de abatir ilegalmente ciervos a través de cebaderos. Según la ley de Nebraska, es ilegal colocar comida para atraer a los animales a un lugar de caza. La Fiscalía también alegó que Sarah Bowmar abatió un pavo salvaje sin un permiso válido para ello.
Además, también violaron la Ley Federal Lacey, que prohíbe cazar en un estado y llevar la carne obtenida ilegalmente a otro estado, y los fiscales federales alegaron que los Bowmar llevaron fuera del estado el ciervo y el pavo que mataron ilegalmente en Nebraska.
Los Bowmar y su empresa se declararon culpables de un cargo de conspiración y el Gobierno retiró otros cuatro cargos, por ello la pareja no fue encarcelada.
«Hemos aprendido algunas lecciones muy valiosas de esta experiencia»
En un comunicado enviado a CNN, Josh y Sarah Bowmar, se declararon «culpables de conspiración, lo que significa que deberíamos haber sabido más sobre la caza en ese lugar y haber prestado más atención, pero no lo hicimos, y por ello asumimos toda la responsabilidad», dice su declaración.
«Hemos aprendido algunas lecciones muy valiosas de esta experiencia y de nuestros errores, y esperamos hacer todo lo posible para dejar una huella positiva en la comunidad de cazadores e involucrar a nuestros hijos en las ilimitadas alegrías de la vida en el campo», añade el comunicado enviado al citado medio.
El canal de YouTube de Bowmar Bowhunting cuenta con más de 300.000 suscriptores y su cuenta de Instagram tiene más de 340.000 seguidores.
Pillados en redes sociales
No es la primera vez que ocurre algo similar incluso en España. Hace dos años, varios individuos capturaron a una cría de zorro, subieron las fotos a las redes y el Seprona los denunció. Anteriormente, la pasión por las redes sociales le salió cara a un furtivo en Italia. Éste fue pillado por las autoridades de Corato, una localidad de la provincia de Bari, después de subir a Facebook una fotografía suya junto a su rifle y un jabalí al que había matado de forma ilegal.