Fue el pasado mes de marzo cuando una mujer, animalista, tomó la decisión de personarse en un encuentro organizado por un grupo de cazadores de Gironda, el departamento más grande de Francia. No fue precisamente en son de paz, sino que lo hizo armada con una porra y gas pimienta.

Decidió equiparse así para volver a dicho encuentro después de que, minutos antes, ya había atacado verbalmente a uno de los allí presentes. Sin embargo, la mujer no se dio por satisfecha y quiso llegar todavía más lejos como fruto de su odio hacia todo lo relacionado con la caza.

Atacó a los cazadores y huyó

Tras agredir al grupo de personas que acudió al encuentro, la animalista se volvió a montar en su coche y huyó del lugar, pero no sin antes haber dejado heridos a dos de los cazadores. Antes de su huida, estos consiguieron desarmarla, pero la Policía llegó cuando ya había desaparecido.


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El juicio sobre estos lamentables hechos tuvo lugar el pasado lunes, 8 de abril, en el que los cazadores testificaron acerca de lo sucedido. La acusada se excusó asegurando que acudió armada para «defenderse de los cazadores», algo que sorprendió al tribunal después de que fuera ella quien les atacara.

A pesar de que su abogado pidió indulgencia, sus argumentos no fueron lo suficientemente convincentes para eclipsar la escena que realmente habían vivido. Finalmente, la animalista fue declarada culpable de todos los hechos que se le imputaban y condenada a 10 meses de prisión. Asimismo, tendrá que pagar 10.099 euros a los afectados.