Los primeros ejemplares de codorniz (Coturnix coturnix) llegan a la Península Ibérica provenientes de África en marzo. Su punto de partida principalmente es el Sahel, una franja de territorio que va desde el Mar Rojo hasta el Océano Atlántico y que tiene 5.500 kilómetros de longitud y una anchura media de 600 kilómetros. Atraviesa Senegal, Mauritania, Sudán y Eritrea.

Este territorio tiene por encima al desierto del Sáhara y por debajo la sabana, con temperaturas cercanas a los 50º y escasas lluvias. Los años de sequía generan importantes hambrunas, tanto para personas como para animales, y de esas condiciones tan duras es de las que huyen las codornices tras el invierno.

La gran entrada de ejemplares en la Península Ibérica se produce entre abril y mayo. Una vez aquí comienzan a reproducirse, pudiendo a su vez migrar más al norte –incluso traspasando los Pirineos–. Las más tardías son las que aterrizan en España en junio o incluso más tarde. Se cree que estos ejemplares pueden haber nacido meses antes en África, aunque también siguen migrando hacia el norte.

Otro dato que conocemos es que una buena parte de las que cazamos proceden de países más septentrionales en su regreso a los cuarteles de invernada, lo que explicaría la gran ‘variedad’ de individuos en cuanto a sexo y edad. Pero en la cabeza de todo cazador hay una pregunta que se plantea alguna vez en la vida. ¿Cómo logran cruzar el estrecho siendo como son?

Codorniz
Codorniz. © Shutterstock

¿Cómo logran cruzar desde África?

Como galliforme, es un ave poco ‘aerodinámica’. Su vuelo es explosivo y no suelen recorrer grandes distancias cuando las levantamos en nuestras jornadas de caza. Entonces ¿cómo son capaces de cruzar el Estrecho de Gibraltar? No hay que olvidar que, en su punto más estrecho, este tiene 13 kilómetros.

Para prepararse para el gran viaje, las codornices acumulan grasa durante primavera y otoño, ajustando su migración a condiciones climatológicas favorables, reuniéndose en lugares estratégicos y desplazándose durante la noche a elevada altura. Esa es una de las claves que le permiten resistir durante este punto crítico del trayecto: elevarse todo lo posible huyendo de las altas temperaturas que otorga la noche. Muchas de ellas se posan en los barcos que cruzan el estrecho para descansar y todas llegan extenuadas a la costa española. Se desconoce cuántas caen al mar en el intento de cruzar, pero se sabe que esto también sucede.

¿Qué zonas eligen al llegar a la Península?

Su hábitat son las zonas cultivadas, tanto de cereal de invierno como leguminosas,a unque también muestra cierta querencia por las parcelas de pequeño tamaño con presencia de linderos, ribazos y otros elementos diversificadores del paisaje.

De todos ellos, son las zonas de regadío las que se registran las mayores densidades y por las que muestran su predilección según avanza el verano. Por último, aunque se asienta sobre todo en zonas situadas por debajo de los 1.000 metros de altura, también se ha constatado su presencia en otras por encima de los 2.000.

Coturnix, un proyecto impulsado por cazadores para su conservación

El Proyecto Coturnix: seguimiento y gestión sostenible de la codorniz en España es una iniciativa financiada y puesta en marcha por Mutuasport para la conservación de la codorniz y su caza en España. Su ejecución puede llevarse a cabo gracias a la coordinación de la Real Federación Española de Caza y la Fundación Artemisan, y al trabajo de la Universidad de Lleida y las diferentes federaciones autonómicas de caza 

Se trata de un proyecto de ciencia ciudadana aplicada a la conservación de la codorniz (Coturnix coturnix) en España, que nace con el objetivo de mejorar el conocimiento sobre distribución, abundancia y migración, una de las especies de caza menor que más pasión despierta entre los cazadores de España y Europa y así garantizar su aprovechamiento cinegético sostenible, haciendo partícipes del proyecto a los cazadores, agricultores y propietarios, siendo por tanto un proyecto de ciencia ciudadana.

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