No se pueden cometer más imprudencias en un solo vídeo de caza de jabalí. Pero nos sirve como ejemplo de varias cosas que nunca se deben hacer. Desde luego, este tipo es de todo menos un cazador.

Lo primero que debemos comentar es que este vídeo no ha sido grabado en España, si no en Rusia. Pero sirve para ilustrar varias cosas que nunca se deberían hacer cuando se intenta cazar un jabalí.

En primer lugar el tirador –no se le puede considerar cazador– porta un arma de guerra. Se trata una SKS, una carabina semiautomática diseñada en 1945 por Serguéi Gavrílovich Símonov. Como tal, no es un rifle apto para cazar animales de la envergadura de un jabalí. Si además utiliza munición blindada, muy posible dado el tipo de carabina que es, puede tratarse de una doble irresponsabilidad. Las balas blindadas están prohibidas en España para cazar por su escasa letalidad.

El arma se encasquilla y recarga… ¡con el pie!

Durante el lance, el hombre dispara en diferentes ocasiones al jabalí, que queda herido pero sigue adelante. El arma, posiblemente debido a su antigüedad, está estropeada, y ha perdido su capacidad de recarga automática.

En mitad del tenso lance, el tirador intenta acerrojar con la mano, pero le resulta imposible, así que no tiene otra ocurrencia que apoyarlo sobre el suelo y accionar la maneta del cerrojo con el pie. El cañón apunta peligrosamente hacia su cabeza mientras alimenta la recámara con un cartucho nuevo.

El hombre repite esta imprudente operación en varias ocasiones, hasta que comete la peor temeridad de todas: dispara al jabalí cuando el perro se encuentra mordiendo al jabalí. El desprecio que muestra por su vida y por la del perro hacen que este vídeo sea el perfecto ejemplo de lo que nunca se debe hacer.