La Federación Extremeña de Caza ha denunciado el caso de los furtivos en Fuente de Cantos que este pasado fin de semana han protagonizado una huída de película, tal y como ha informado Jara y Sedal. Para Fedexcaza, estos hechos que «nada tienen que ver con los cazadores» están haciendo un gran daño «al sector cinegético y a su imagen».

Para la Federación Extremeña de Caza este es «un claro ejemplo de lo que el sector cinegético viene sufriendo de forma reiterada». Se refieren a los comportamientos incívicos (criminales) de estos furtivos, que no son cazadores, que son delincuentes que roban perros, los prueban y venden o los abandonan. Tal y como recoge el testimonio del guarda de campo, Andrés Ruíz, en uno de los diarios regionales, «ellos roban perros, galgos, les retiraran en chip de identificación del cuello, mediante una incisión, y luego los vienen a probar a este corredero de Fuente de Cantos. Los perros que les gustan se los quedan para ellos y les ponen un chip a su nombre o para venderlos y los que no les dan larga».

Un grave problema que no afronta la ley animalista

Para el presidente de la Federación Extremeña de Caza, José María Gallardo, «estas sí que son cuestiones de las que se deberían preocupar los animalistas o el gobierno central, frente a una Ley animalista que no soluciona ni este ni ningún otro problema real y efectivo frente al robo y abandono de perros», y recuerda que los cazadores son los primeros en perseguir estas actuaciones a través de la guardería contratada en los cotos con su propio dinero.

La Federación ha condenado en un comunicado oficial la actuación de estos furtivos, «que no es propia de una amplísima mayoría de cazadores que respetan y practican la actividad cinegética, siempre en el marco del cumplimiento estricto de la normativa». Además, ha recordado que, como en anteriores ocasiones, la Federación se personará en el caso de que la denuncia llegue a la vía judicial.