Los cazadores de los municipios confinados en Castilla y León podrán ir a cazar este sábado y este domingo, 25 de octubre, día de apertura de la temporada general de caza en la región, después de que la Junta haya oficializado el toque de queda.

El Consejo de Gobierno ha aprobado hoy el Acuerdo por el que se limita parcial y temporalmente la libertad de circulación de las personas en la Comunidad castellana y leonesa, por motivos muy graves de salud pública.

La medida adoptada tendrá vigencia entre las diez de la noche y las seis de la mañana del día siguiente, para un período inicialmente establecido de catorce días naturales. El BOCyL publicará el 24 de octubre a las 6 h una edición extraordinaria que dé publicidad al Acuerdo, en vigor desde ese momento.

Los confinamientos perimetrales acaban este sábado a las 6 horas de la mañana

Los confinamientos perimetrales establecidos actualmente decaerán a las seis de la mañana de este sábado, 24 de octubre. Los Servicios Jurídicos de la Administración autonómica someterán esta norma a la oportuna ratificación judicial.

El toque de queda supone que ningún ciudadano -salvo por circunstancias especiales en el ámbito personal o por trabajo- pueda circular de noche por la calle en una determinada franja horaria. Pero tras la cancelación del cierre perimetral los cazadores podrán ir a sus cotos con total normalidad.

Ciudades confinadas hasta hoy en la región

En Castilla y León, están confinadas hasta las 6 de la madrugada de este sábado 24 Salamanca, Burgos, León, Palencia, Miranda de Ebro, San Andrés de Rabanedo, Aranda de Duero, San Pedro Latarce y Pedrajas de San Esteban. Con mayores restricciones aunque sin limitación de la movilidad están Medina del Campo e Íscar, en Valladolid.

Declarar la caza como actividad esencial, una garantía para la actividad

El mundo rural pide al Gobierno que declare la caza actividad esencial

Hace unos días, más de sesenta entidades representativas del mundo rural suscribieron una carta enviada al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la que reclaman la declaración oficial de la caza como actividad esencial. Asimismo, piden al Ejecutivo y sus ministerios competentes (Sanidad, Interior y Agricultura) que confirme de forma urgente que los desplazamientos puntuales de los cazadores son considerados como una de las excepciones a las posibles normativas de confinamiento.

El escrito –acompañado por un informe técnico del catedrático de Sanidad Animal e investigador del IREC, Christian Gortázar– apoyado por entidades que representan a los sectores agrícolas, ganaderos, alimentarios y cinegéticos de nuestro país y recuerda los posibles efectos que tendría la paralización de la actividad cinegética en algunas zonas de España cuando acaba de arrancar la nueva temporada. Y es que los confinamientos y las limitaciones de movilidad que ya están sufriendo muchos cazadores están poniendo en riesgo un gran número de acciones cinegéticas.

Ante esta situación alertan de las graves consecuencias que tendría un descenso significativo de la caza durante los próximos meses asociado a las restricciones por la pandemia: «Ocasionarán sin duda una superpoblación de algunas especies silvestres (conejos, corzos, ciervos, cabras hispánicas, jabalíes…) con consecuencias ambientales, económicas, da salud pública y de sanidad animal nefastas para España».