La Junta de Castilla y León ha decidido suprimir los permisos de ciervo y becada para la temporada cinegética 2024-2025 en la Reserva Regional de Caza de la Sierra de la Demanda, tal y como se recoge en el Plan de Caza que acaba de publicar. ¿El motivo? la falta de personal, según la propia administración.
Esto supone un drama para los 27 ayuntamientos propietarios de los terrenos incluidos en la reserva, los cuales van a sufrir un recorte del 50% de los ingresos que perciben por el recurso de los celadores. Esto se traduce en una pérdida de más de 150.000 euros para estos municipios.
La situación ha llevado a que, tal y como recoge el documento de la Junta, el Plan de Caza 2024-2025 propuesto se adecúe «a la disponibilidad del personal del campo existente, inferior al 55%».
Un menor número de licencias por esa falta de celadores también implica una menos cantidad de dinero para las arcas de los municipios afectados, que ya el pasado año anunciaron unos recortes del 20%.
¿Qué son los celadores?
Lo primero que debemos tener claro respecto a este asunto es qué son los celadores y cuál es su labor al lado de los cazadores. Estos trabajadores forman parte de un colectivo que lleva a cabo la función de agente en lo relativo al cumplimiento de la ley de caza.
Explicado de un modo más simple, estos ejercen como un cuerpo de vigilancia de la actividad cinegética tan solo en los espacios en los que se permite su práctica, es decir, los espacios cinegéticos.
De este modo, se encargan de hacer cumplir la legislación vigente en cuanto a esta materia y, además, pueden actuar al respecto denunciando las infracciones que detecten durante el desempeño de sus funciones.
Las medidas de la Junta de Castilla y León
En estas Reservas, una de las principales características es que los cazadores siempre van acompañados de celadores. Es por eso que los permisos que van a suprimirse son el de rececho de ciervo y becada, en el que uno y dos cazadores, respectivamente, van junto al personal de campo. Las batidas colectivas, en cambio, se mantienen sin cambios puesto que son las que menos personal propio requieren.
Con el objetivo de «intentar compensar la pérdida económica», la dirección técnica ha previsto celebrar, al menos, una batida mixta, con posibilidad de trofeo, en todos los cuarteles.
Respecto al documento de la Junta, el director de la reserva ha comentado que «no es el plan» que le «hubiera gustado proponer» y que, en el caso de «aumentar la disponibilidad de personal de campo, se modificaría al alza».
La reacción de los ayuntamientos
Por supuesto, los integrantes de esta Reserva de Caza se han pronunciado sobre la notificación emitida por la Junta. Inés Camacho, teniente de alcaldesa de Pinera de la Sierra, ha asegurado que para ellos es un recurso «fundamental». «Gracias a la caza podemos pagar el alumbrado público o la recogida de basuras, es nuestra principal vía de ingresos ya que aquí, a diferencia de en Pinares, casi no se venden lotes de madera», ha añadido.
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Así se lo han trasladado por escrito al Servicio Territorial de Medio Ambiente en Burgos. En Barbadillo de Herreros, según ha asegurado el concejal Roberto Neila, consideran que «no se está gestionando bien» y que están «perdiendo dinero».
De igual modo, José Manuel Abajo, alcalde de Fresneda de la Sierra, se ha mostrado contundente al opinar que «el Plan de Caza deja de serlo en el momento en el que no responde a las necesidades cinegéticas, sino a la falta de personal y cuestiones económicas». «A los pueblos pequeños nos están llevando a la ruina», ha destacado.
