Un grupo de científicos ha desmontado las conclusiones vertidas en el informe final sobre el proyecto LIFE+ del urogallo cantábrico asegurando que fue un fracaso que costó siete millones de euros de dinero público. 
22/12/2017 | Redacción JyS

urogallo cantábrico
Foto: Gobierno de Aragón

El proyecto LIFE+ del urogallo cantábrico se llevó a cabo durante seis años, los comprendidos entre 2010 y 2016. Este trabajo, en el que participó como socio la asociación ecologista SEO/BirdLife –que protagonizó el escándalo científico del silvestrazo–, costó siete millones de euros públicos y fue coordinado por la Fundación Biodiversidad. Ahora, un artículo de varios investigadores publicado en la revista científica Grouse News -aquí lo puedes descargar a partir de la página 10- ha desatado la polémica al analizar las conclusiones de este proyecto y corroborar que ha sido un auténtico fracaso. 
Esas conclusiones fueron presentadas el pasado mes de abril por el subdirector de la Fundación Biodiversidad, Ignacio Torres. Sin embargo, los investigadores científicos de este nuevo artículo titulado Una respuesta a los diez resultados principales del proyecto LIFE+ del urogallo cantábrico afirman que en dicha publicación se aportaba «una opinión sesgada de las cosas como se ha ido conociendo con posterioridad».
Rolando Rodríguez, investigador de la Universidad de Exeter y miembro de la asociación de biólogos Geotrupes, explica que no le ve «parte positiva al proyecto LIFE». Por otra parte, Rodríguez explica que la idea de realizar este artículo viene dada por la falta de un análisis posterior objetivo que hubo por parte de la organización de este proyecto. «Para no cometer los mismos errores habría que realizar un análisis más objetivo de lo que se ha realizado para ver si funcionó y, si no funcionó, lógicamente no caer en lo mismo», recalca Rodríguez.
El experto biólogo explica que la solución para el urogallo no pasa ni por la cría en cautividad ni por dejar las cosas como están. «El proyecto LIFE no ha servido absolutamente para nada y el futuro del urogallo no está nada claro. Una vez que desaparezca será irrecuperable y no es cuestión de que el cantábrico valga más que otras especies. Tiene un gran interés social y sería lamentable que desapareciera», añade Rodríguez.

Varios científicos certifican el fracaso del Proyecto LIFE+ del urogallo

Los otros autores del artículo que certifica el fracaso de este Proyecto LIFE+ son el profesor de Biología de Organismos y Sistemas de la Universidad de Oviedo Mario Quevedo y la investigadora del Instituto de Recursos Naturales y Ordenación del Territorio (Indurot), María José Bañuelos, quienes trabajan desde hace años en el estudio del urogallo. También participan en este artículo Beatriz Blanco-Fontao y Manuel Antonio González, que realizaron sus tesis doctorales en las universidades de Oviedo y León, con el urogallo como protagonista.
Todos confluyen en la idea de que hay que ser exhaustivos en las conclusiones de un proyecto de este calado. «No solo porque la planificación futura se basa en el éxito o en el fracaso de experiencias previas, sino también porque los fondos para la conservación de la biodiversidad son muy limitados», aseguran.
Los investigadores han puesto en tela de juicio los objetivos del proyecto, como la mejora del hábitat. «No existe evidencia alguna sobre un descenso en la disponibilidad de arándanos, o sobre su restricción o cualquier otra relación entre el declive del urogallo y la estructura forestal», explican. Y afirman que el arándano no es una parte fundamental en la dieta de estas aves. «Hay áreas en la cordillera cantábrica en las que casi no existen y los urogallos han habitado históricamente en ellas, alimentándose de otras plantas», argumentan.
Además, los investigadores explican que el hábitat fue alterado innecesariamente ya que según ellos se realizó una gestión «sin fundamento», por lo que les parece aún «más sorprendente» que no se llevara a cabo una evaluación de las consecuencias de estas acciones para la fauna de la región.
Por otro lado, explican que Torres aseguraba que uno de los grandes peligros para el urogallo eran los cercados. Sin embargo, aportan datos que afirman que sólo un 7% de los cercados fueron eliminados bajo el marco del proyecto LIFE+.
En cuanto a la cría en cautividad, los autores de este nuevo y clarificador estudio explican que «no era una opción por ser inalcanzable». Para llevar a cabo esta medida había que extraer demasiados ejemplares de las poblaciones salvajes que hoy existen y por ello era inalcanzable a todas luces. «Por lo tanto, la principal conclusión que podría haberse extraído de ese informe es que la cría en cautividad no era una opción», escriben los investigadores.
«Además, pese a la gran cantidad de experiencias similares realizadas en varios países europeos, hasta ahora no existe evidencia alguna de que este tipo de programas ayuden a frenar e invertir el declive, como claramente se establecía en otro informe del proyecto LIFE», indican.

SEO/BirdLife, salpicada de nuevo por otro escándalo científico

Los autores de la publicación científica también explican que las actividades encaminadas a la difusión, participación social y repercusión mediática son importantes, pero no son factibles si la información que se difunde se basa en «suposiciones vagas y no tiene en cuenta el conocimiento científico disponible».
No obstante, según los autores, Torres no mencionó siquiera los objetivos que había de frenar el declive del urogallo, favorecer su recuperación, éxito reproductor y la supervivencia de ejemplares adultos. Ninguno de ellos se llegó a alcanzar, según explican en este estudio; y añaden que no se monitorizaron las poblaciones de urogallo para estudiar las repercusiones de las medidas.
Por último, argumentan que ahora se tiene mejor conocimiento científico de la especie que hace dos décadas y que cuentan con más herramientas para controlar distintos parámetros de las poblaciones, como proporciones de sexos, censos… Por lo que todo ello deberá utilizarse en estudios futuros para la conservación de la especie.
El proyecto LIFE+ 09 NAT/ES/000513 ‘Programa de acciones urgentes para la conservación del urogallo (Tetrao urogallus cantabricus) y su hábitat en la cordillera Cantábrica, ha sido coordinado por la Fundación Biodiversidad, y ha estado cofinanciado al 50% por la Unión Europea a través de los fondos LIFE+. Cuenta como socios con las Comunidades Autónomas Cantabria, Principado de Asturias y Castilla y León, esta última a través de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León; el Consorcio Interautonómico para la gestión coordinada del Parque Nacional de los Picos de Europa; SEO/BirdLife, Tragsa y Tragsatec y con la financiación del Organismo Autónomo Parques Nacionales y la Fundación Iberdrola España.