El orensano Amaro González Muradas no dudó ni un segundo en arriesgar su vida para salvar la de su perro. El animal había quedado atrapado en un acantilado, pero nada detuvo al cazador.
19/12/2018 | Redacción JyS 

cazador se juega la vida por salvar la de su perro
Momento del vídeo en el que el cazador rescata a su perro. / Instagram

Una vez más, un cazador se juega la vida por salvar a su perro. Es el caso del orensano Amaro González Muradas, que no dudó ni un segundo cuando su perro estaba en peligro y arriesgó su propia vida por salvar la del animal. 
El especialista en armas e influencer cinegético Michel Coya ha publicado el vídeo a través de la red social Instagram. «Una vez más un cazador jugándose la vida para salvar a sus perros. Esta es la realidad. Nadie quiere y cuida tanto a sus perros como los cazadores. Nunca un perro de caza es tan feliz como cazando. Enhorabuena Amaro, buen trabajo», señalaba Coya en las redes sociales.
La zona montañosa no impidió que Amaro González acudiese a rescatar a su perro en un momento de máximo peligro. Lo intentó, se la jugó y finalmente todo salió bien. Este es el vídeo del rescate:


Aunque mucho ha dado que hablar en las últimas semanas el vídeo de un agarre donde varios perros y un ciervo caen despeñados en una montería en Herreruela, la mayoría de los medios de información no han compartido los múltiples casos, como el de Amaro, donde cazadores y especialistas ha arriesgado la vida por ellos. Entre ellos, el rescate del perro de caza que se precipitó a un pozo de 30 metros o el vídeo en el que cazadores salvan a un perro de caza que había caído a una profundidad de 22 metros.

Los cazadores no sólo se arriesgan por sus perros

Momento del vídeo en el que un grupo de cazadores rescata a una corza que agonizaba en un pozo en León.

Hace pocos días Jara y Sedal publicaba el vídeo de un grupo de cazadores rescatando a una corza que agonizaba en un pozo en León. Las imágenes fueron compartidas por multitud de medios. Pero no ha sido el único caso. A la mente nos vienen multitud de cérvidos con su cuerna enredada en alambres, enredados entre ellos mismos o bien aquel atrapado y acosado por coyotes.

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