El cazador profesional Gonzalo García-Germán y un cliente de su orgánica han conseguido abatir en los últimos días en Turquía uno de los jabalíes más grandes que este medio ha publicado en los últimos años: pesaba 400 kilos. La pieza es todo un portento por volumen y por las dimensiones de su trofeo. Todo un espectáculo digno de admirar.

«No he visto un guarro así en mi vida y palabra que he abatido cientos de ellos», confiesa en declaraciones a Jara y Sedal García-Germán sobre este animal. El cliente burgalés que lo abatió estaba situado en el extremo de una armada, observando una gran ladera: «Los perreros me afirmaban habían sacado un jabalí como nunca habían visto, por el volumen que tenía, por eso todos los puestos se pusieron en alerta», explica el orgánico sobre la batida en la que cazaron el gigantesco animal.

El puesto número 4 lo vio instantes después, pero lo dejó pasar ya que iba por un gran barranco a unos 400 metros de distancia. Un minuto más tarde, el jabalí le entró a unos 250 metros al cazador que finalmente lo abatió, quien lo metió rápidamente en el visor y le disparó en la zona de la cabeza, cayendo al instante. «Era una bestia en toda regla. No pudimos sacarlo del monte porque estaba metido en un barranco casi inaccesible, pero era un animal tremendo que pasaba los 400 kilos de peso seguro», indica Gonzalo.

Cada colmillo tiene 26,5 centímetros de largo

Dos imágenes más del gigantesco jabalí. © G. G.

La práctica totalidad de los participantes de la batida se hizo fotografías con él debido a su volumen: «He visto muchos a lo largo de mi vida y no recuerdo algo similar», expone García-Germán. Tiene 26,5 centímetros de largo en cada colmillo, sobresaliendo por fuera de la mandíbula 11,5 centímetros cada una de las navajas.

El tamaño que los jabalíes de Turquía pueden llegar a alcanzar es muy superior al de los de España, donde muy rara vez superan los 120 kilos. Los cochinos más grandes abatidos en nuestro país de los que se tiene constancia han sido cazados en Galicia, los célebres vakamulos. Pesan hasta 180 kilos y se encuentran en la zona de la Ribeira Sacra –provincia de Orense-. Son jabalíes que debido a las condiciones naturales del lugar y el abandono de las fincas, viven a sus anchas en ese territorio. Estos terrenos pueden estar hasta ocho años sin cazarse, lo que hace que, junto con la abundancia de alimento, puedan alcanzar ese tamaño.

Por otro lado, también destaca el animal que el cazador vallisoletano Paco Urueña consiguió cazar en el Día de los Santos Inocentes de 2019, un monstruoso jabalí de 218 kilos a las 2:30 de la madrugada y a 4 grados bajo cero. Necesitó 25 aguardos para ganarle la partida.