Senén Ramos es un experimentado cazador gallego y un conocido colaborador de esta web. Hace dos años lo entrevistamos como jefe de la cuadrilla Monteiros Ribeira Sacra, célebre por abatir unos descomunales jabalíes conocidos como ‘vakamulos’ en la provincia de Orense. El pasado año, tras el estallido de la pandemia, conocimos otra de sus facetas personales. Esta vez no como cazador, sino como uno de los enfermeros de urgencias del Hospital de Orense donde cada día miraba cara a cara a otra bestia: el coronavirus. Y hoy, por fortuna, podemos hablar de nuevo con el Senén amante del mundo cinegético que abatió el pasado fin de semana a un monstruoso jabalí vakamulo de casi 150 kilos de peso.

Así dio la cuadrilla con el último ‘vakamulo‘

Ramos explica que se encontraban cazando una zona de las cercanías de la zona de Loureiro, en la Ribeira Sacra, cuando les sorprendió este enorme jabalí. «Nos encontrábamos justo en la zona en la que se divide la sierra de la Ribeira con la del Cañón del Sil», describe Senén.

El prólogo de un lance de infarto. «Habíamos visto una piara de jabalíes grandes que nos la jugaron. Mi amigo Roque soltó la rehala en la zona alta de la mancha, y mi amigo Justo y yo soltamos en la parte baja. Uno de los perros, Harry, empezó a puntearme…», relata sobre el inicio de lance.  

Frente a frente con él. En ese momento, Senén entró a un robledal y sintió que el perro ladraba parado. Empezó a abrir el monte, y en una de las entradas lo vio de frente: «Era como un caballo, que estaba de pie y con la cabeza levantada. Según me vio, cargó contra mí como un búfalo americano», explica sobre el momento culmen del lance.

El momento crítico. Senén lo vio venir como un obús y, a unos 20 metros, acertó de un disparo de su escopeta entre el ojo y la oreja. «La bala le atravesó toda la zona de la columna y fue a parar a la espaldilla. El jabalí pegó un campanazo tremendo y cayó a tres metros de mí. Yo estaba temblando, con la frecuencia cardíaca por las nubes y realmente asustado», confiesa el cazador. Así era el enorme jabalí: musculado pero corto de cuerpo. El macareno, que pesaba 148 kilos, tenía un «tórax y un pecho que eran descomunales, pero luego era un jabalí corto; era muy macizo, sí, pero corto de cuerpo», describe el cazador. Su trofeo, posiblemente, será medalla de plata o bronce. En el siguiente vídeo puedes ver más imágenes del gigante.

¿Por qué crecen tanto los jabalíes ‘vakamulos’?

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Comida y reproducción, los dos ingredientes fundamentales que atraen a estos jabalíes a la zona gallega. / Senén Ramos

Pesan hasta 180 kilos y se encuentran en la zona de la Ribeira Sacra –provincia de Orense-. Son jabalíes que debido a las condiciones naturales del lugar y el abandono de las fincas, viven «a sus anchas» en ese territorio. Estos terrenos pueden estar hasta ocho años sin cazarse, lo que hace que, junto con la abundancia de alimento, puedan alcanzar ese tamaño.

En esta zona, estos jabalíes «se meten en las zarzas, están ahí todo el día, se llenan de castañas y vuelven a su lugar de encame», relata Senén. Además, en la zona «notamos que tenemos una población de jabalíes bastante importante y, además, nos llegan animales desde muy lejos a comer». Senén añade: «Si un jabalí que llega a esta zona tiene 120 kilos en verano, en Navidades lo cazas y tiene 150, 160 o 170 kilos perfectamente, ya que se llena de grasa debido a la castaña», reseña el cazador.

Senén también explica que los grandes trofeos no suelen abundar debido a que en esta zona los animales «no incorporan tanto mineral calcio, que es lo que favorece el desarrollo de un buen trofeo. Al final, hablamos de huesos y de dientes, que son calcio». A pesar de ello, la provincia de Orense, que es la transición entre Castilla y León y el norte, «quizá sea la que mejor calidad de trofeos tiene tanto de corzo como de venado y jabalí» de toda Galicia.