La caza, mucho más allá de las jornadas cinegéticas, es la forma de vida de miles de personas en nuestro país. Es su forma de sentir, su forma de expresarse y, al fin y al cabo, su forma de vivir. Y qué mejor que hacerlo rodeado de los animales que más llenan tu interior para poder disfrutar de ellos.

Es lo que se le ocurrió al protagonista de la siguiente historia, el cazador Juan José Toscano García, cristalero de profesión junto a su padre, que ha diseñado para un amigo unas geniales vidrieras con motivos cinegéticos y de las que ha narrado todos los detalles a Jara y Sedal. Su compañero cazador tuvo la idea y se la planteó a este cristalero, que tardó unas dos semanas en poner en marcha toda la maquinaria para diseñar el boceto para que finalmente quedase listo.

El modus operandi para conseguir la cristalera

El cazador, que lleva las riendas de Cristalería Toscano (en Huelva capital), explica el modus operandi hasta conseguir completar una obra en la que se muestra sobre el cristal a un ciervo, un corzo, un jabalí y un macho montés, además de otra cristalera para el mismo hogar en la que aparece una perdiz.

«El cazador es un buen amigo y me planteó el proyecto, por lo que me puse manos a la obra para hacer el diseño, que es lo más complicado, y avisar a la fábrica que trabaja con mi cristalería para que lo pusiesen en marcha», describe Juan José.

Tras dibujar sobre el cristal, Juan José eligió resina como elemento para el dibujo en vez de el plomo como base: «El vidrio lo puedes poner en mate o transparente, hay muchas formas, y en este caso creo que ha quedado genial así», expresa el cazador.

La reacción de su amigo al ver la cristalera. «Mi amigo, cuando lo vio, quedó impactado. No se esperaba que quedase así. Sin duda, será algo que le acompañará toda su vida en su casa. Cada vez que vea esa cristalera, sentirá de nuevo su pasión por la caza», concluye Juan José.

La perdiz en otra cristalera. © J. J.

El cazador que convierte el corzo, la becada o la perdiz en obras de arte

José Fernández, junto a un corzo recién cazado; a la derecha, uno de sus dibujos. © J. F.

Se llama José Fernández de Álava y sus pinturas son una auténtica delicia para los sentidos. Aunque se ha especializado en el dibujo de pájaros -y en especial la perdiz roja-, Fernández pinta todo tipo de especies cinegéticas. Tienen especial calado las de corzo, «la más difícil de conseguir pero una de las que más satisfacción te deja», asegura el artista a Jara y Sedal. Así lo hace,