Este joven abatió tres jabalíes durante una noche de espera, pero uno de ellos tenía una peculiarísima jeta: «¡Parecía la de un perro!», relata Cristian Torrijo a Jara y Sedal, explicando paso a paso cómo se desarrolló el emocionante aguardo.
25/11/2019 | Redacción JyS
El joven cazador aragonés Cristian Torrijo, que ya el pasado verano fue protagonista en Jara y Sedal tras cazar un corzo cuyo trofeo pesó 822 gramos y este mes de noviembre también lo ha sido al abatir una jabalina con una extrañísima pata, de nuevo ha narrado la historia de cómo cazó otro rarísimo ejemplar de jabalí en una noche de espera en la que se hizo hasta con tres animales.
Sucedió durante el pasado mes de julio en la provincia zaragozana, cuando se encontraba haciendo una noche de espera por daños. «Era un día de mucho aire, hecho por el que no se escuchaba bien al anochecer», ha relatado el joven. Sobre las 20:00 horas de la tarde, se colocó en el puesto y tres cuartos de hora después vio el primero de los jabalíes saliendo de una zona de almendros y metiéndose a una siembra. «Cinco minutos después, el mismo animal me pasó por delante y, ya entre dos luces, a las 21:30 horas, vi cómo asomó el hocico otro, por lo que me preparé», sigue explicando. De un solo disparo cayó el animal. Era el primero de la noche.
El joven siguió esperando ya a oscuras «tranquilo pero con mucho aire», reseña, un aire «que no dejaba oír nada». De repente, escuchó crujir unas cañas cercanas de forma anormal. Cristian encendió la linterna y vio a otro jabalí que estaba en el lugar, por lo que rápidamente disparó y cayó al instante. Era el segundo.
El tercero lo consiguió sobre las 22:50 horas, cuando Torrijo notó «algo raro» donde cayó el último jabalí, y pensando que se había levantado, encendió la linterna y se encontró a un tercer ejemplar oliendo al animal muerto. «Me miró y, al darse la vuelta, disparé, cayendo éste fulminado». Fue el tercero.
Sobre las 0:00 horas de la noche dio por finalizada la espera, pero cuando fue a cobrar a los animales fue cuando vio la peculiar jeta que tenía uno de ellos: «No me lo creía, era feísimo», exclama Cristian Torrijo. «Parecía que tenía el morro de un perro», relata. «Tuve que llamar a mis amigos y a mi novia para que me ayudaran a cargar los animales al coche, ya que yo solo no podía, y tampoco salían del asombro cuando vieron ese ejemplar», destaca.
Graban a un extraño jabalí sin jeta en un coto de caza
Hace unos meses te mostramos a un extraño jabalí que carece de la parte superior de su jeta. El animal acude a una zona junto a una charca donde ha encontrado comida fácil. Es llano, y no necesita hozar para alimentarse, de ahí que a pesar de que alguien le graba a plena luz del día desde un vehículo, no se espante. Este es el vídeo.
Jara y Sedal y Sighmark premiarán las mejores historias de caza de noviembre
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