En España todos los cazadores y amantes del campo conocen a las tórtolas más famosas: la europea (Streptopelia turtur) y la turca (Streptopelia decaocto). Pero lo que no muchos saben es que no son las únicas que vuelan por nuestros cielos. La tórtola senegalesa (Spilopelia senegalensis), propia de África, Medio Oriente y Asia Central, está presente desde hace tiempo en las Islas Canarias y recientemente se ha comprobado que ha llegado al sur de la península, aunque sus avistamientos son raros y poco frecuentes.

Una pareja de tórtola senegalesa. ©Shutterstock

Así es la tórtola senegalesa

Esta tórtola tan colorida habita en zonas de arbustos y desiertos donde la humedad es baja. Por regla general se la puede observar comiendo en tierra firme y a simple vista es perfectamente diferenciable de las tórtolas que todos conocemos.

Tiene una cola fina y larga de 25 centímetros de longitud. Su parte de abajo es de un tono rosado marrón, y su cabeza y cuello tienen un matiz lila. Destaca un collar de plumas partidas que son rojas y grises a cuadros en cada lado del cuello. La cabeza y las plumas inferiores son de tono rosado, pero se van oscureciendo a medida que se acercan a la parte baja de las pechugas. Llama la atención la marcada línea gris azulada presente en cada ala.

¿Cómo se comporta?

Es fácil localizar a la tórtola senegalesa en pareja o incluso formando pequeños bandos. Los grupos grandes son poco habituales. Estos se suelen dar cuando estas aves se ven obligadas a beber en pequeños charcos aislados en zonas áridas y desérticas. Cuando forman grupos pequeños, frecuentan las copas de los árboles cercanos a puntos de agua, que les permite calmar su sed de forma rápida dejándose caer.


¿Se autorizará la caza de la tórtola la próxima media veda? 


Esta especie de tórtola basa su alimentación principal en semillas y pequeños insectos, de los muchos que encuentra en su deambular por el suelo. Su vuelo, rápido y fuerte, es diferente al de la tórtola común. En lugar de los característicos quiebros impredecibles de nuestra tórtola, la senegalesa presenta un vuelo mucho más estable y predecible.​

Un ejemplar de tórtola senegalesa alimentándose en el suelo. © Shutterstock

La tórtola senegalesa, presente en España

Como ya hemos mencionado, hace décadas que este peculiar ave llegó a las Islas Canarias proveniente del norte de África, donde sus poblaciones son relativamente frecuentes. Es más, en los últimos años han establecido núcleos en la Ciudad Autónoma de Melilla y Ceuta, mientras que se han avistado ejemplares de forma ocasional en las islas Baleares. Por todo esto, su llegada de forma estable al sur peninsular es cada vez más previsible, siendo las provincias andaluzas de Cádiz y Málaga los primeros enclaves colonizados en España.