La lucha contra la seca, la enfermedad que lleva décadas diezmando las encinas y alcornoques de la dehesa ibérica, podría haber llegado a su fin. En el corazón de Extremadura, un proyecto de más de diez años ha encontrado la clave para detener el avance del hongo Phytophthora cinnamomi, responsable de este devastador fenómeno. La noticia, esperada durante años por ganaderos, productores y conservacionistas, ha sido confirmada por Cárnicas Joselito, líder del proyecto Dehelife.

Desde sus inicios, Dehelife ha estado centrado en un enfoque científico riguroso, combinando investigación de suelos, microbiología y sostenibilidad. Gracias a esta visión integradora, se ha logrado no solo comprender mejor el problema, sino también aplicar con éxito una solución basada en hongos beneficiosos que ya está mostrando resultados muy positivos en 2.500 hectáreas.

Un hito para la dehesa ibérica

Juan Luis Gómez, de Cárnicas Joselito. © COPE

Juan Luis Gómez, consejero delegado de Joselito, fue claro al anunciar en COPE Extremadura que la solución ya no es un experimento, sino una realidad. «Ya es una realidad y en breve se va a multiplicar, estamos contratando personal muy especializado», afirmó, subrayando que se trata de una revolución para el campo.

El proyecto se articula en torno a la regeneración del suelo a través del uso de microorganismos autóctonos del ecosistema dehesa. En particular, el hongo Trichoderma, con reconocidas propiedades antimicrobianas, ha demostrado una inhibición del 100% frente al Phytophthora cinnamomi en pruebas de laboratorio. Esta efectividad ha sido comprobada también sobre el terreno, lo que ha permitido a Joselito dar el paso de aplicarlo ya a gran escala.

Investigación con sello universitario y apoyo institucional

Detrás de Dehelife hay un potente entramado de ciencia. Investigadores de la Universidad Complutense, centros de I+D y otras instituciones han colaborado estrechamente bajo la coordinación del departamento de innovación de Joselito. El proyecto, financiado por el CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), se enmarca dentro del enfoque One Health, que relaciona la salud del suelo, las plantas y los seres humanos.


Un hombre de campo muestra cómo un insecto protegido por los ‘expertos’ de la UE mata a las encinas


«Va a ser una revolución porque funciona al 100%», declaró Gómez, quien también adelantó que el próximo paso será la creación de una planta de producción industrial. Aunque su deseo es que se ubique en Extremadura, advierte que valorará otras ubicaciones si no cuenta con el apoyo político necesario: «Si los políticos me ayudan tardaré poco, si no me ayudan tardaré más, yo quiero que la fábrica esté en Extremadura, pero valoramos otras opciones como Elvas, en Portugal».

La esperanza se extiende por el campo

Encinas afectadas por la seca. © Shutterstock

El anuncio ha tenido un eco muy especial en el XXXV Salón del Jamón Ibérico y la Dehesa de Jerez de los Caballeros, donde el equipo de Dehelife presentó los avances del proyecto. Tanto es así, que este municipio se ha ofrecido como sede para acoger la futura fábrica.

Con un equipo de 32 técnicos multidisciplinares y una perspectiva completamente innovadora, Dehelife no solo ha encontrado un posible freno eficaz para la seca, sino que está marcando un nuevo rumbo para el manejo sostenible del ecosistema de la dehesa. La esperanza ha brotado de nuevo bajo las encinas.

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