Un insólito vídeo ha vuelto a dar de qué hablar en redes sociales. En él, un perro de caza se encuentra con una hembra de jabalí en celo y, lejos de mostrar una actitud instintiva de persecución, acaba montándola. La escena, que mezcla sorpresa, humor y desconcierto, ha encendido el debate en plataformas como TikTok o Instagram.
Una escena que rompe esquemas
Hace algunos meses, un usuario de TikTok compartió una grabación que no tardó en alcanzar cifras de visualización millonarias. En las imágenes, se observa cómo un perro de caza interactúa con una jabalina en celo de una forma completamente inesperada: lejos de mostrar interés en capturarla, como cabría esperar por su instinto de caza, el can intenta aparearse con ella.
El vídeo, que muchos han calificado como cómico o incluso surrealista, ha vuelto a la palestra recientemente al ser compartido masivamente en otras redes sociales. La inusual escena ha despertado todo tipo de reacciones, desde carcajadas hasta preguntas sobre el comportamiento animal que ha quedado registrado en apenas unos segundos de vídeo.
El papel de las hormonas y las señales químicas
Detrás de este comportamiento aparentemente inexplicable se encuentra un fenómeno natural. Durante el celo, las jabalinas segregan estrógenos y otras hormonas que alteran tanto su fisiología como su conducta. Estas sustancias aumentan la receptividad sexual y hacen que la hembra emita señales claras de disponibilidad para la cópula.
Los perros, por su parte, poseen un sentido del olfato extremadamente desarrollado, capaz de detectar con precisión este tipo de señales químicas. Las feromonas liberadas por la hembra pueden inducir al perro a interpretar que se trata de una hembra de su misma especie dispuesta a aparearse, provocando una reacción instintiva.
Aunque estos encuentros son muy raros, los expertos en comportamiento animal explican que pueden darse casos de confusión inter-específica en situaciones muy concretas, especialmente cuando hay una coincidencia en la expresión de ciertas señales hormonales. En este caso, la jabalina no muestra resistencia, lo que refuerza la percepción del perro de estar ante una hembra receptiva.
Este tipo de fenómenos, aunque anecdóticos, ilustran cómo en la naturaleza las barreras entre especies pueden diluirse bajo ciertas circunstancias, generando escenas tan insólitas como la que ha captado la atención de miles de usuarios en todo el mundo.