La Dirección General de los Derechos de los Animales ha lanzado hoy un formulario a través de Internet con el objetivo de demostrar que en febrero se abandonan miles de perros de caza como consecuencia del fin de la temporada de caza. Este mantra, repetido durante la última década por los animalistas para criminalizar a los cazadores frente al resto de la sociedad, ya ha sido desmontado en reiteradas ocasiones por la Guardia Civil.

La asociaciones animalistas repiten cada año que en febrero se abandonan 50.000 galgos, algo que nunca han podido demostrar. Con este formulario, la Dirección General de los Derechos de los Animales que dirige el anticaza Sergio García Torres pretende demostrar que son ciertas las afirmaciones sobre el abandono de perros por parte de los cazadores.

Para comprobar el rigor de los datos recopilados, el equipo de Jara y Sedal ha grabado un vídeo demostrando lo sencillo que resulta mentir y aportar datos falsos. En el vídeo que mostramos a continuación, se puede ver perfectamente cómo cualquier persona que lo desee puede registrar tantos datos y perros como quiera, puesto que no hay ningún tipo de control de la veracidad de los datos aportados.

Un sistema de recuento sin ninguna garantía

Como señalábamos esta mañana, las opciones que el usuario puede seleccionar son: Galgo; Podenco; Otro perro de caza; Mestizo de galgo/podenco u otro. El resto de razas no interesan a la Dirección General de los Derechos de los Animales, solo aquellas que permitan la criminalización del colectivo de los cazadores.

Como dato reseñable, el documento ha sido creado con una aplicación de Google por la asociacion animalista APA MAS VIDA, según puede leerse en el documento. A pesar de llevar el sello de la Dirección General de los Derechos de los Animales y de ser promocionada como propia por su director, el formulario no incluye ninguna casilla para la política de privacidad RGPD.

El cuestionario tampoco pide evidencias de que el perro denunciado pertenezca o provenga de la caza, dando por supuesto que si se trata de una raza que puede tener algún uso cinegético significa que ha sido abandonado por un cazador. Tampoco tiene en cuenta que se trate de un perro extraviado o robado.

Cualquier acción, coordinada o no, de animalistas que decidan realizar una campaña de datos falsos para engrosar la lista de supuestos perros de caza abandonados no será detectada y los datos fraudulentos serán contabilizados como buenos por el sistema. Así de sencillo resulta mentir.

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