Científicos, cazadores, gestores y conservacionistas se han dado cita en el Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) para analizar las estrategias de prevención de los efectos de la peste porcina africana en el jabalí y discutir las implicaciones para la conservación y la actividad cinegética ante una posible emergencia sanitaria.
29/11/2019 | IREC
Mesa redonda en la Jornada PrePePA celebrada el 28 de noviembre de 2019 en el IREC.
La peste porcina
africana (PPA) es una enfermedad vírica letal y altamente contagiosa que afecta
tanto al cerdo doméstico como al jabalí y que ha comenzado a expandirse por el
norte y este de Europa.
La preocupación de
que esta enfermedad pueda llegar a España, que desde hace casi 25 años se
mantiene como país libre de PPA, y los impactos que tendría sobre el sector
porcino, la caza y el medio ambiente, es lo que ha llevando a estos colectivos
a trabajar conjuntamente en medidas que ayuden a prevenir sus efectos.
En un comunicado de
prensa, han recordado que estos efectos serían dramáticos ya que supondría el
sacrificio obligatorio de los cerdos de las explotaciones afectadas y
mortalidades en las poblaciones de jabalí que podrían superar el 90 %.
El aumento constante
de la abundancia de jabalíes en la Península Ibérica a lo largo de las últimas
décadas se ha convertido en una causa creciente de conflictos con la ganadería
y la sanidad animal.
De hecho, esta
especie cinegética es un elemento clave de la epidemiología de la PPA, pero
también de la tuberculosis, por lo que es fundamental establecer protocolos de
bioseguridad y estrategias de gestión poblacional orientadas aprevenirla
expansión de infecciones mediante su detección temprana en las poblaciones
naturales de jabalí.
Para ello, es
primordial el trabajo conjunto de científicos, cazadores, gestores y
conservacionistas.
Este es el escenario
que marcó el desarrollo de la Jornada sobre prevención de los efectos de la PPA
para la conservación de la caza y la biodiversidad (PrePePA), celebrada ayer en
la sede IREC en Ciudad Real gracias a un proyecto cofinanciado por la Fundación
Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica.
El acto central de
la jornada fue la conferencia impartida por el doctor Christian Gortázar,
catedrático de Sanidad Animal en la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM),
bajo el título “Jabalíes, caza y sanidad – Preparados ante la PPA”.
Tras exponer la
situación actual de esta enfermedad en Europa y plantear las dificultades y
oportunidades de mejora para la gestión racional de las poblaciones de jabalí,
Gortázar profundizó en los protocolos y estrategias que se deben adoptar para
prevenir la expansión de la enfermedad y evitar situaciones de emergencia
sanitaria.
En España ya se
cazan más de 400.000 jabalíes al año, pero los datos científicos disponibles
sugieren que sería necesario aumentar las tasas de extracción para estabilizar
sus abundancias poblacionales.
De este modo no solo se conseguirían reducir los riesgos sanitarios, sino que además disminuirían las incidencias por accidentes tráfico, los daños a la agricultura y los impactos negativos sobre el medio ambiente, como por ejemplo, el impacto que tiene su depredación sobre las especies de aves que anidan en el suelo, como la perdiz, todos asociados con la sobre abundancia de jabalí.
La sobreabundancia de jabalíes implica un mayor riesgo de problemas sanitarios, socioeconómicos y medioambientales. / C. Gortázar, IREC.
Por otro lado, hay
que considerar que los residuos de los jabalíes cazados en los eventos
cinegéticos – las vísceras y otros despojos de los animales abatidos – suponen
un problema si se abandonan en el campo, ya que quedan a merced de otros
jabalíes, potenciándose los riesgos de contagio en caso de infección.
Así, es muy
recomendable la destrucción de estos residuos mediante sistemas autorizados, o
su eliminación eficaz a través de las aves necrófagas, ya que “los jabalíes
darían buena cuenta de lo que no eliminaran los buitres”.
La gestión de la
sobreabundancia de jabalíes y la gestión de los residuos cinegéticos son
problemas con muchas facetas que requieren la colaboración detodos los sectores
implicados.
En este sentido, el
IREC aporta su esfuerzo buscando formas para mejorar la eficacia de la caza,
aportando datos científicos que apoyan las reclamaciones de simplificación de
algunas regulaciones que dificultan el ejercicio de la caza del jabalí,
mientras que “el control de la sobreabundancia de jabalíes es un servicio que
los cazadores prestan al conjunto de la sociedad”.
La Jornada PrePePA
concluyó con una interesante mesa redonda en la que se abordó el papel de la
actividad cinegética en el control de la sobreabundancia de jabalíes y en la
que se discutieron diversas estrategias para evitar el acceso de los jabalíes a
los residuos de caza sin dificultar su práctica.
En ella participaron
Luis J. Romero, Jefe del Área de Epidemiología del Ministerio de Agricultura,
Pesca y Alimentación; María Llanos Gabaldón, Jefa del Servicio de Caza y Pesca
de la Junta de Castilla-La Mancha; Juan Herrera y Nicolás Urbani, Director y
Asesor Técnico Veterinario de la Escuela Española de Caza, respectivamente;
Agustín Rabadán, Presidente de la Federación de Caza Castilla-La Mancha; Jaime
Capilla, del Servicio de Sanidad Animal de la Junta de Castilla-La Mancha; Luis
Fernando Villanueva, Director General de la Fundación Artemisan; Rafael Mateo,
Director del IREC; y Tincho Dabezies, Sociólogo de la Universidad de la República
(Uruguay) especializado en el estudio de la caza.
Al acto asistieron
además numerosos interesados del mundo de la caza y la gestión y conservación
del medio ambiente, entre los que destacó la presencia e intervenciones de
Santiago Ballesteros, abogado y asesor jurídico de la Federación de Caza de
Castilla-La Mancha, la Oficina Nacional
de la Caza y la Asociación de Rehalas Regionales Caza y Libertad; y del doctor
Diego Queirolo, Ecólogo de la Universidad de la República (Uruguay).