Tras una reunión con la ministra de conservación neozelandesa, los cazadores han conseguido que reconsiderara sus planes de exterminar a más del setenta por ciento de la población.
4/9/2018 | Redacción JyS

tar del himalaya
Tar del Himalaya. / Shutterstock

Tal y como te contamos en jaraysedal.es, Nueva Zelanda introdujo en sus ecosistemas al tar del Himalaya hace décadas, al igual que ocurrió en España con el arruí. Este mamífero artiodáctilo está emparentado con la cabra salvaje que originalmente sólo habitaba en las montañas del Himalaya. Desde allí fue introducido a diferentes países del mundo, como Sudáfrica, Nuevo México, California o Nueva Zelanda.
Hasta aquí todo correcto, sin embargo, el problema comenzó cuando el tar fue acusado de destruir la vegetación nativa. En ese momento Nueva Zelanda contaba con una población de unos 35.000 ejemplares. La ministra de Conservación del país, Eugenie Sage, decretó el año pasado el sacrificio masivo de 17.500 de ellos. El propósito era seguir aniquilando animales con el objetivo de reducir su población a tan sólo 10.000.
El lunes pasado, 1 de octubre, se celebró una reunión entre la ministra de conservación Eugenie Sage, la Asociación Deerstalkers de Nueva Zelanda, el ‘Game Animal Council’ y diferentes grupos conservacionistas como ‘Forest and Bird’ e ‘iwi Ngāi Tahu’. En ella el lobby cazador la invitó a reconsiderar sus planes de sacrificar 10.000 tar del Himalaya de los Alpes del Sur en solo ocho meses.
Finalmente, Sage afirmó que el Departamento de Conservación (DOC) todavía está finalizando el plan y que el objetivo de sacrificar 25.000 animales de esta especie es adaptable. Esto ha significado un gran respiro para los defensores de la caza que ven cómo existe la posibilidad de no aniquilar a más del setenta por ciento de la población de tar del Himalaya como estaba estipulado en un principio. Según ha afirmado la ministra, el control de los tar comenzará inicialmente en los parques nacionales.

Se sacrificarán menos tar del Himalaya

Por su parte, el ex presidente de la Asociación Deerstalkers, Bill O’Leary, declaró a RNZ que en la reunión se acordó un borrador del plan operacional que reduciría el número de muertes de tar, pero no concretó un número. Según afirmó,el plan original publicado por el Departamento de Conservación (DOC) no era adecuado para este propósito y era necesario modificarlo, incluida la cantidad de animales que serían sacrificados.
El quid de la cuestión se centra en quiénes serán los encargados de realizar el trabajo, cuántos se sacrificarán y en qué zonas. Pero los cazadores pueden estar de enhorabuena en estos momentos ya que se hará una reducción en el número de animales sacrificados.
Habrá que esperar unos meses para conocer las decisiones firmes que tomará el departamento de conservación tras la reunión celebrada. Mientras tanto el lobby de caza seguirá luchando por defender al tar del Himalaya.