En un contexto de constante preocupación por la sanidad animal y los efectos económicos que acarrean las enfermedades infecciosas en el sector ganadero, la peste porcina africana (PPA) da un respiro en Europa. Así lo refleja el último informe epidemiológico anual de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), correspondiente a 2024, que confirma una drástica reducción del número de brotes en cerdos domésticos en comparación con el año anterior.
La caída ha sido contundente: de 1.929 brotes en 2023 se ha pasado a 333 en 2024, lo que representa un descenso del 83%. Según el documento, este retroceso se debe principalmente a la mejora en dos de los países más afectados en años anteriores: Rumanía y Croacia. El dato, además, no es menor: supone el número total de brotes más bajo desde el año 2017 en toda la Unión Europea.
Suecia se libra de la enfermedad
El informe, que ofrece una radiografía actualizada del impacto de la PPA en la UE, también indica un cambio significativo en la expansión geográfica del virus. Por primera vez desde 2014, el número de Estados miembros afectados ha descendido, pasando de 14 a 13 países. Una de las principales noticias en este sentido ha sido la liberación de Suecia, que no ha registrado casos durante el último año.
Asimismo, no se han sumado nuevos países a la lista de afectados, lo que podría interpretarse como una señal del éxito relativo de las políticas de control y vigilancia sanitaria aplicadas por las autoridades europeas.
Rumanía concentra la mayoría de brotes
A pesar de esta notable mejora global, Rumanía sigue siendo el epicentro de la enfermedad, con un 66% del total de los brotes registrados en la Unión. La mayoría de estos se han producido en explotaciones pequeñas, con menos de 100 cerdos, lo que pone en evidencia la vulnerabilidad de este tipo de granjas ante enfermedades infecciosas.
En líneas generales, la mayoría de los países afectados por la PPA han experimentado brotes esporádicos, sin llegar a los niveles de impacto registrados en años anteriores.
Jabalíes: el eslabón que se mantiene

Donde la situación no ha variado sustancialmente es en la fauna silvestre. El número de brotes de peste porcina africana en jabalíes se ha mantenido estable desde 2022. De ellos, el 30% fueron notificados por Polonia, lo que subraya la persistencia del virus en ciertas áreas del continente, especialmente en el este de Europa.
Vigilancia pasiva, clave para la detección
El informe destaca también la eficacia de la vigilancia pasiva, basada en el análisis de muestras obtenidas a partir de casos sospechosos. En 2024, esta metodología permitió detectar el 80% de los brotes en cerdos domésticos y el 70% en jabalíes. La EFSA recomienda que los Estados miembros mantengan e incluso refuercen este tipo de seguimiento, especialmente en épocas y zonas consideradas de riesgo.
La «vigilancia pasiva reforzada», centrada en el muestreo sistemático de cerdos muertos, sigue siendo una herramienta esencial para la detección precoz, han subrayado los científicos de la EFSA.