El rehalero Manuel Almodóvar vivió el pasado mes de enero durante una montería celebrada en las cercanías de la localidad cordobesa de Hornachuelos, un peligrosísimo lance en el que tuvo que salvar la vida de sus perros, amenazados por el ataque de un enorme macareno que finalmente Almodóvar abatió a cuchillo.
El cazador ha narrado a Jara y Sedal el angustioso momento en el que se topó con cuatro de sus canes en apuros y en el que tuvo que abatir al enorme jabalí, que ha sido medalla de plata con 105 puntos, a cuerpo limpio.
El gran macho del romeral
Almodóvar, que aquel día participaba en esta jornada cinegética coordinada por el orgánico sevillano Julio Ruiz y con perros de Ignacio García Liñán, explica que estaba en una zona al lado de un pantano y, cuando subió a un romeral, se encontró en la parte baja de éste al enorme verraco.
«Al principio creía que era una cochina, pero luego, al acercarme más y ver que no chillaba, comprobé que era un macho… ¡y qué macho!», exclama Almodóvar. «Ya estaban los perros con él, puesto que se encontraban en una cañada y no paraban de acecharlo y éste de soltar colmillazos», asegura Almodóvar.
Un jabalí a cuerpo limpio
En ese momento, viendo que sus canes podrían peligrar, el rehalero se echó a cuerpo limpio a abatir con su cuchillo al jabalí: «Las defensas eran tremendas, pero con maña pude hacerme con él». Tras ello, pidió ayuda a los demás compañeros para rematar al animal y poner a salvo a los podencos y alanos que llevaba.
El jabalí, sin duda, fue la sorpresa de toda la montería. Almodóvar también alaba el gesto del orgánico, que le regaló los colmillos del animal y no sólo eso, sino que se los dio con la tablilla ya hecha: «Ese gesto le honra, sin duda», confiesa el rehalero.
Cazar un jabalí con esta minúscula bala es posible: este cazador lo logró
El joven cazador granadino Iván Lombardo Fernández, de 23 años de edad, abatió hace unos meses en el coto de Peñabermejas, situado en las cercanías de la localidad granadina de Alomartes, un jabalí con una baladel calibre .17 HMR. Así nos lo contó.