El joven cazador granadino Iván Lombardo Fernández, de 23 años de edad, abatió hace unos meses en el coto de Peñabermejas, situado en las cercanías de la localidad granadina de Alomartes, un jabalí con una bala del calibre .17 HMR

Lombardo ha relatado a Jara y Sedal cómo acaeció este lance en su coto social, en el que reciben numerosas solicitudes de los agricultores para abatir jabalíes por los daños agrícolas que éstos ocasionan a sus cultivos. En una de esas jornadas, Iván decidió usar esta munición «porque había visto por internet que, siendo certero con ella, podías abatir incluso un jabalí, por eso me atreví a usarla», asegura a este medio.

Lombardo se dispuso después de comer a preparar la espera y, alrededor de las 18:00 horas de la tarde, ya estaba colocado en el puesto. No tardó mucho el protagonista en aparecer en escena, y lo hizo pillándole vuelta al cazador. «Me sorprendió que aún había algunos rayos de luz cuando apareció en escena, cogiéndome la vuelta y entrando por mi parte trasera», asegura el joven.

Fue en ese momento cuando Iván se preparó para el disparo: «Sabía que tenía que ser muy certero, por eso estuve unos segundos apuntando bien la pieza». Además, el joven lo tenía difícil, puesto que el jabalí estaba «de culo», por lo que no podía apuntar bien en la cabeza, pero tuvo fácil solución: «Decidí apuntar justo detrás de la oreja, uno de los lugares más certeros que existen para abatir un jabalí», y éste fue al lugar perfecto, cayendo el animal al instante.

El macho, de unos 70 kilos de peso aproximadamente, sirvió para dar una tremenda alegría a este joven: «El experimento salió a la perfección y, aunque no creo que repita porque la suerte solo te llega una vez en la vida, cazar aquel animal con esa bala me llenó de satisfación», confiesa a Jara y Sedal.

Los cazadores con el jabalí y la bala del calibre .17 HMR. © I. L. F.

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Michael con el extraordinario jabalí y la tabla del trofeo.

El joven cazador catalán Michael Nevot, natural de la localidad de San Carles de la Rápita, provincia de Tarragona, cazó un tremendo cochinazo el día de su cumpleaños. Además lo hizo con escopeta y «con las balas más baratas que vi en Decathlon» la tienda en la que las compró. Ahora el cazador ha narrado a Jara y Sedal todos los detalles de esta jornada cinegética.