La Asociación de Gestores Cinegéticos de España acaba de interponer un recurso en el Tribunal Supremo contra la orden SND 399/2020 que establece que la caza y la pesca solo se pueden practicar en la fase 2: «Se trata de una decisión ideológica, no sanitaria».

Miembros de AGCE reunidos. / AGCE

Roberto M. Aparicio, presidente de la Asociación de Gestores Cinegéticos de España, ha comunicado que esta asociación interpuso ayer un recurso contencioso administrativo contra la Orden SND 399/2020, que regula las actividades que pueden desarrollarse durante la fase 1 de la desescalada. En él, han participado en su redacción diversos especialistas en derecho y letrados como D. Raul Guzmán López-Ocón.

Según han dado a conocer en nota de prensa, «el objetivo es que se suspenda su aplicación inmediata» y alega que «su motivo viene dado porque tal orden prohíbe deforma expresa las actividades de la caza y la pesca durante esa fase 1, pese a que no están suspendidas por el RD 463/2020, de declaración del estado de alarma».

Para Aparicio, esta medida se ha adoptado «sin ningún tipo de justificación sanitaria y sin ninguna explicación razonada ni trasladada al sector».

La caza y la pesca no han sido suspendidas

El presidente de la AGCE indica que «la caza y la pesca nunca han sido suspendidas, por más que su ejecución haya estado muy condicionada por las limitaciones al derecho de libre circulación establecidas en el precitado RD 463/2020. Sin embargo, por las mismas razones, su vuelta a la normalidad tiene que venir forzosamente de la mano de la restitución del derecho a la libre circulación, siendo incomprensible que los habitantes de una provincia puedan circular por ella, pero no puedan desarrollar en ese mismo territorio unas actividades que nunca han estado suspendidas».

Recechos y aguardos se exigen aislamiento para practicarse

La AGCE alega que no existen razones sanitarias para impedir realizar actividades que, por su propia naturaleza y por las modalidades que pueden practicarse en este momento de la temporada –recechos y aguardos–, precisan de un enorme aislamiento, muy superior, por ejemplo, a las actividades al aire libre que sí permite expresamente la precitada orden.

Por todo lo expuesto, AGCE considera que se trata de una prohibición que no tiene sustento en el real decreto de declaración del estado de alarma, ni tampoco justificada por razones sanitarias y que «sólo está motivada por razones ideológicas».