El decano de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, Manel López Béjar, ha ofrecido una conferencia en la Tenencia de Alcaldía de la Cala de Mijas, en la provincia de Málaga. Su intervención ha versado en torno al proyecto de inmunocontracepción en jabalíes, cerdos híbridos, asilvestrados y vietnamitas, que se está llevando a cabo en el área metropolitana de la capital catalana.
La cita también ha contado con la intervención del veterinario Francesc Closa, director técnico del proyecto. Asimismo, en dicha ponencia estuvieron presentes los concejales de Bienestar Animal, Marcos Cortés; de Patrimonio, Lourdes Burgos; y de Seguridad, Juan Carlos Cueva; así como técnicos de varios ayuntamientos de la Costa del Sol, colectivos animalistas del municipio y el presidente del Colegio de Veterinarios de Málaga, Juan Antonio de Luque.
Esterilización de hembras
En concreto, el proyecto expone que la inoculación de la vacuna inhibidora de Gnrh en hembras de jabalí, previa a su primer celo, da lugar a una infantilización de las gónadas que provoca la esterilización del animal.
En el coloquio que siguió a la charla, Juan Antonio de Luque matizó que en el Colegio de Veterinarios de Málaga existe una Comisión de Medio Ambiente y está a disposición del Ayuntamiento de Mijas y de todas las administraciones públicas.
Con ello pretenden «estudiar las medidas que sean posibles para intentar solucionar este gran problema que no solo provoca daños al mobiliario urbano, a la agricultura y ganadería de la zona, sino que en ocasiones puede resultar mortal en los accidentes de tráfico que se producen».
Un método ineficaz para el control de poblaciones de jabalíes
Sin embargo, prácticas similares han sido demostradas como ineficaces en múltiples ocasiones. Un estudio, publicado en el Wildlife Society Bulletin de Estados Unidos y llevado a cabo durante seis años, demostró que la esterilización quirúrgica no era eficiente.
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En la misma línea, la Federación Catalana de Caza ya advirtió de que esa misma ineficacia, también en la vacuna animalista para la que la Diputación de Barcelona invirtió 100.000 euros.
De este modo, aseguraron que otras administraciones internacionales ya la habían estudiado con anterioridad y que había sido «desestimada y abandonada por ineficaz y poco efectiva». Por lo tanto, sentenciaron que suponía un «despilfarro de recursos públicos que solo sirve para satisfacer y hacer callar a minorías radicales que quieren instaurar dictaduras animalistas con recursos de los otros».
