Por Pilar Ruiz

Este tipo de comportamiento tiene varias explicaciones. La que más nos interesa tiene que ver con la caza: lo hacen para eliminar su olor de depredador, lo que les va a permitir acercarse a las presas antes de que adviertan su presencia. Actúan de forma similar al buen cazador que no se perfuma para ir de caza, sólo que ellos camuflan su olor corporal natural recurriendo a elementos naturales del ambiente que les rodea.

Para regular el calor

También retozan sobre la hierba fresca cuando tienen calor, ya que les ayuda a refrescarse. Los perros no pueden sudar, no poseen glándulas sudoríparas en su piel, sólo en las almohadillas de las patas, pero no son suficientes para eliminar el exceso de calor corporal. Únicamente pueden regular el calor jadeando: por eso el contacto de la hierba fresca con su piel favorece el intercambio de temperatura.

Para aliviar los picores y… porque les gusta

Otra razón para revolcarse sobre la hierba es simplemente para aliviar los picores, ya que con las patas no llegan a rascarse todas las zonas del cuerpo. Los parásitos externos –pulgas y garrapatas– tienen mucho que ver con estos picores que sufren, y de esta forma es como siempre se han deshecho de estos incómodos visitantes. Y claro, también lo hacen simplemente porque les gusta, porque les resulta muy placentero, por lo que suele estar acompañado de comportamientos relacionados con el juego como agitar las patas y el rabo, correr hacia delante y atrás o dibujando círculos y mostrando una actitud relajada.