No parece haber mejor escenario de pesca que uno con la Basílica del Pilar, en la provincia de Zaragoza, de fondo. Allí, Javier Fernández, el protagonista de la escena que vamos a conocer a continuación, tuvo la oportunidad de pescar un enorme siluro que le va a ser realmente difícil de olvidar.

Estos hechos tuvieron lugar el pasado martes, 21 de mayo. Como él mismo ha contado a la redacción de Jara y Sedal, aprovechando un día con menos carga de trabajo, Javier decidió ir a «echar las cañas» con su padre en este privilegiado entorno.

Allí coincidieron con su amigo Carlos Perdices, quien unas semanas antes había conseguido pescar en ese mismo escenario una carpa de 20 kilogramos de peso. También con un equipo de Aragón Televisión, que, con motivo de esta destacada captura, habían quedado con él para hacerle una entrevista.

El pescador con el enorme siluro. © J.F.
El pescador con el enorme siluro. © J.F.

Una jornada de pesca marcada por las casualidades

«Justo en directo tuve una picada brutal en una de mis cañas», ha comenzado recordando Javier. Habiendo dudado en un primer momento si entrar a coger la caña para no interrumpir la grabación, finalmente se decidió a hacerlo. «No nos esperábamos nadie que entrara un pez de semejante porte, fue alucinante», ha destacado.

Asimismo, Javier ha definido dicha escena como «una pelea brutal», tanto que ni siquiera podía con el pez él solo. Por lo tanto, la coincidencia de que su amigo Carlos estuviera allí ene se momento fue lo que les permitió conseguir sacar del agua al enorme ejemplar.


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«Estaba reventado y me dolían los brazos. Tenía que pasarle a Carlos la caña y luego él pasármela a mí», ha detallado. Una vez que consiguieron sacarlo del agua tras esta dura lucha, el siluro dio un tamaño de 2,35 metros y un peso de casi 100 kilogramos.

Javier, su padre y el ejemplar de siluro. © J.F.

«Es mi récord de siluro hasta ahora. Llevo pescando unos años e iba detrás de este pez desde hace muchísimo tiempo y nunca lo había conseguido sacar. Para mí ha sido un sueño y haberlo sacado con mi amigo, con mi padre delante, ha sido espectacular», ha terminado confesando Javier.

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