Un pescador brasileño de 44 años de edad ha sobrevivido un total de once días sin agua ni comida a la deriva metido en un frigorífico. El hombre salió a pescar con su barca desde Oiapoque, en el norte del país, y su objetivo era llegar a la Isla de Los Monos, en la Guayana Francesa, pero naufragó y quedó a la deriva en medio del Océano Atlántico, según informa El Debate.

Durante el trayecto, la embarcación del pescador se hundió y él aprovechó para aferrarse al refrigerador que llevaba en la barca para no morir ahogado. Once días después, fue encontrado a unos 450 kilómetros de distancia de la zona donde se produjo el naufragio. Concretamente, en aguas de Surinam.

Según apunta el citado medio, fueron otros pescadores los que lo hallaron con aparentes signos de deshidratación, insolación y completamente desorientado. Tras ser rescatado, fue repatriado a Brasil.

«Los tiburones rodearon el congelador, pero luego se fueron. Pensé que me atacarían. Me quedé arriba del congelador, no dormí. Vi el amanecer, el atardecer, pidiéndole a Dios que enviase a alguien a rescatarme», señaló a Record TV. «Estaba pensando en mis hijos, mi esposa. Todos los días pensaba en mi mamá, mi papá, toda mi familia. Me dio fuerza y ​​esperanza… », señaló por otro lado a Record TV.

Esta imagen recuerda a la del pescador que logró sobrevivir ocho horas en aguas de Tarragona ‘haciéndose el muerto’ para no ahogarse. El hombre, de 73 años, cayó de su barca y ya no pudo volver a subir. Tres amigos que practicaban pesca recreativa en la zona le salvaron la vida. Cuando lo encontraron estaba muy débil y tenía signos de hipotermia, pero se recuperó favorablemente en el hospital de Tarragona.