Este pescador de Estados Unidos se clavó un anzuelo fortuitamente y contrajo fascitis necrotizante, una infección provocada por una bacteria que «se alimenta de carne humana» y que puede causar la muerte.
6/4/2019 | Redacción JyS
Según WFTS Tampa Bay, el pescador Mike Walton está siendo tratado en el Hospital General de Tampa por una fascitis necrotizante. Mike la contrajo cuando estaba pescando a unos 32 kilómetros de la costa de Palm Harbor poco después de clavarse un anzuelo en la mano.
Cuando se pesca en el océano, la mayoría de los pescadores se preocupan por los tiburones u otros grandes depredadores, pero una de las criaturas más peligrosas que habitan en sus aguas es tan pequeña que ni siquiera se puede ver. La fascitis necrotizante es una infección provocada por un tipo de bacteria que se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte.
Días después de que Walton se clavara el anzuelo su mano comenzó a hincharse y fue al hospital, donde recibió antibióticos. Éstos no ayudaron a mejorar su mano, que empezó a empeorar hasta tal punto que desarrolló ampollas negras en la zona, lo que le llevó a regresar a urgencias.
«Tenía como pequeñas ampollas que empezaban a formarse en mi mano, que posteriormente se volvían negras y se podía ver cómo se levantaban a su alrededor gotas de sudor», relató Mike al citado medio. «Los médicos me dijeron que tenía suerte de seguir viviendo y mucha más de no haber perdido el brazo», relató el pescador.
«Cortaron toda la zona infectada para aliviar la presión y luego me hicieron un injerto de piel que iba desde mi codo hasta la palma de mi mano», señaló Walton. Según los médicos, la bacteria no es muy común en los Estados Unidos, pero puede estar presente en sus aguas, como en este caso.
En el plano profesional Mike trabaja en la construcción, por lo que deberá estar de baja unos meses. De momento el Club Ozona Fish Camp han organizado un torneo de pesca, el Clásico de Ozona, que se celebrará el próximo 8 de junio y tratará de recaudar fondos para el pescador y su familia.
Revista Jara y Sedal » Un pescador se clava un anzuelo y casi pierde el brazo