El pescador Félix Barcience, de 27 años de edad y natural de la localidad de La Puebla de Montalbán, en la provincia de Toledo, pescó el pasado viernes 9 de diciembre junto con su compañero Óscar García en el entorno de las Lagunas de Ruidera un enorme barbo de 13 kilos de peso. Ahora, el pescador ha relatado a la redacción de Jara y Sedal cómo fue la picada del ciprínido.
El pescador comienza narrando que la jornada de pesca se desarrolló en la Laguna Colgada: «Decidimos echar una sesión de una mañana y una tarde, además de una parte de la noche -hasta que te dejan, sobre las 19:30 horas-». En concreto, este barbo lo pescó con un boilie de melocotón y un flotante del mismo sabor.
«En cuanto cayó la noche, sobre las 18:50 horas, picó», relata. Fue algo «que no olvidaré jamás» por la fuerza con la que el pez tiró del sedal y la «emocionante batalla» que propició, recuerda el joven a este medio.
Así fue la batalla con el ciprínido
Barcience expone que tanto su amigo Óscar como él se metieron con la barca buscando una calva entre las algas y, a la hora de la picada, se metió en ese alguero: «Nos tuvimos que meter precisamente con la barca para poder desengancharlo y, tras lucharle unos quince minutos, lo conseguimos sacar del fondo».
La batalla fue dura: «Tiraba al fondo mucho, lo conseguías subir un poco y luego tiraba del hilo una barbaridad. Fue muy batallero», señala el pescador. El pez pesó 13 kilos, su récord personal y uno de los barbos más grandes que se han capturado en los últimos años en las Lagunas de Ruidera.
Otros enormes barbos que se han pescado en Ruidera recientemente
El joven pescador Carlos Aguado Ruiz, de 33 años de edad y natural de Toledo capital, se hizo hace unos meses con otro enorme ‘trompetero’ en este emblemático lugar de Castilla-La Mancha. Tras ello, narró a la redacción de Jara y Sedal todos los detalles sobre cómo lo pescó junto a su compañero Jesús Sánchez.
También el joven pescador Aitor García, de 20 años de edad y natural de la localidad toledana de Consuegra, pescó el pasado 6 de enero dos espectaculares barbos de 10 y 12 kilos de peso. Lo hizo justo en la recta final de una doble jornada que realizó junto a un amigo en este entorno. El pescador explicó a este medio que ya eran las 19:05 horas de la tarde y, cinco minutos antes, hablaron de empezar a recoger. Fue entonces cuando llegó la sorpresa.