El joven cazador Eric Castro Campos, natural del municipio de Llissá de Vall, ubicado en la comarca del Vallés Oriental (Barcelona), abatió hace unos días un ciervo de 12 puntas en una batida que no olvidará. Esta se llevó a cabo en San Jaime de Frontanya, un pueblo de la comarca del Bergadá, en la provincia de Barcelona.

El joven Castro, que participaba en aquella jornada como rehalero, explica a la redacción de Jara y Sedal que era una cacería en la que la principal especie a cazar era el jabalí. Por eso, los participantes abatieron once cochinos y solo dos ciervos y una cierva: «En total, se realizaron unos cincuenta disparos y disfrutaron todos los puestos que estaban presentes», detalla el joven.

«Al principio de la batida me salió un jabalí, le disparé y lo fallé», señala además sobre otro lance errado si bien, ya a mediados de la jornada cinegética, empezaron a ladrar los perros y apareció el bonito ciervo. «Llevo una superpuesta vieja, de marca Franchi, y lo abatí con ella. Disparé varias veces y cayó finalmente. Los perros lo pudieron localizar y terminamos cobrándolo», explica el joven aún muy ilusionado sobre una captura que guardará para siempre en su memoria.

Un bonito trofeo

El cazador, con el ciervo. © E. C.

El ciervo tiene un trofeo de doce puntas y, si bien no es de los más grandes que ha abatido el joven, destaca haberlo conseguido junto a su cuadrilla. «Me quedo con el lance, con los perros y con el momento vivido», dice por último.