Si ayer cientos de cazadores se sorprendían al leer en Twitter el mensaje del conocido escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte en el que se ‘ciscaba’ «en los muertos» de quienes aparecían junto a tres jabalíes tras una humilde batida, hoy de nuevo el maestro de la literatura ha protagonizado un mensaje en la citada red social fuera de tono.

«A quienes preguntan por qué no me gustan las fotos de cazadores posando ante una cámara con las piezas cobradas, incluso con machos adultos, se lo puedo explicar con esta fotografía que tomé en Tessenei, Eritrea, el 4 de abril de 1977. También el macho era adulto», ha escrito el autor de conocidas novelas como la saga Las aventuras del capitán Alatriste y la trilogía de Falcó en su perfil oficial en Twitter acompañando el texto de una foto en blanco y negro en la que se ve a dos hombres junto al cuerpo sin vida de otro al que habrían matado. Uno de ellos, pisa la cabeza del muerto y parece que es este gesto el que el escritor nacido en Cartagena (Murcia) quiere ilustrar comparándolo con el de la polémica instantánea.

Arturo Pérez-Reverte reconoce comer carne

La comparativa ha hecho que, de nuevo, decenas de cazadores hayan respondido criticando el hecho de que Pérez-Reverte compare el asesinato de un ser humano en la guerra con el de un jabalí en una jornada de caza.

«Comparar esto con los cazadores me parece una barbaridad», ha respondido un internauta al mensaje que hoy ha dejado el escritor en Twitter. «Ahora sí que la ha terminado de cagar, lo siento mucho señor @perezreverte pero esa huida hacia adelante…», ha lamentado otro. «Mire que le respeto pero me parece una meada fuera de tiesto esta comparación», añade uno más entre las más de 100 respuestas que ha recibido en apenas una hora el mensaje de Pérez-Reverte en Twitter.

Aunque él se ha mantenido en sus trece: «Que no me gustan esas fotos, hombre. No tanto el acto de cazar, que eso allá cada cual (y yo también como caza), sino alardear de hacerlo. Enseñarlo con placer. ¿Me va usted a obligar a que me gusten?».

Sin embargo, la cuestión que cientos de cazadores le reprocharon al escritor ayer no fue la de si está de acuerdo o no con la caza o las fotos de caza, si no que cargase contra quienes aparecían en la instantánea y pusiera en entredicho la legalidad de abatir un animal juvenil que, tal y como Jara y Sedal aclaró ayer, no es solo legal sino aconsejable.