El conocido periodista y escritor español Arturo Pérez-Reverte ha criticado duramente en la red social Twitter una imagen de varios cazadores que aparecen con tres jabalíes, uno de ellos joven. «Observen ustedes el primer trofeo por la derecha: liquidaron a la familia completa», puede leerse al inicio del tuit publicado por el autor de grandes obras de la literatura como La Reina del Sur o El Club Dumas.

Como todo cazador sabe, las piaras de jabalí están compuestas por varias hembras adultas seguidas de ejemplares jóvenes y, en algunos casos, rayones. Los machos adultos, por el contrario, son solitarios, por lo que es imposible ‘liquidar’ a una familia completa. Los rayones son crías de corta edad que aún poseen unas características rayas longitudinales y sobre las que no está permitido disparar. En la foto que comparte Pérez-Reverte aparecen sin embargo tres jabalíes -uno de ellos un ejemplar juvenil, pero no rayón- que son el resultado de una humilde batida de caza.

Porque cazar ejemplares juveniles en una piara es lo correcto (y ético)

Seguramente a alguien que sea ajeno al mundo de la caza le resultará extraño saber que la caza de jabalíes juveniles, como el que aparece en la foto de Pérez-Reverte, sea correcta y ética. Pero lo es, y tiene su explicación. De hecho, en la mayoría de los países europeos donde se caza el jabalí es norma de obligado cumplimiento no disparar a la hembra grande que va dirigiendo al resto de la piara, debiendo fijar como objetivo prioritario los ejemplares de menor tamaño.

El motivo no es otro que garantizar la supervivencia del ejemplar más experimentado, que suele ser una hembra veterana. De esta manera, al respetarla, se garantiza la supervivencia del resto de la piara, que podrá seguir aprendiendo a sobrevivir siguiendo los pasos de la veterana. Si no fuese así y se eliminaran en primer lugar los ejemplares de mayor tamaño, los juveniles quedarían muy expuestos a todo tipo de peligros al no tener un ejemplar ‘sabio’ al que seguir.

Dos jabalíes juveniles junto a una hembra adulta. ©Shutterstock
Dos jabalíes juveniles (como el del polémico tuit) junto a una hembra adulta. ©Shutterstock

Porque es necesario hacerlo (por salud pública y animal)

La caza del jabalí se ha tornado una necesidad en los últimos años. Su enorme explosión demográfica ha hecho que el control cinegético se vuelva más crucial que nunca, sin distinción de ratios de edad, para controlar las poblaciones. Son muchos los estudios que demuestran que la caza en batida –como la de la imagen que ha indignado a Pérez-Reverte– es de vital importancia para lograr el control.

Uno de los últimos, el elaborado por Christian Gortázar (catedrático en Sanidad Animal e investigador del IREC), que avala la necesidad de realizar este tipo de cacerías colectivas (batidas y monterías), ya que el 75% de los jabalíes abatidos en nuestro país se produce en estas modalidades. Por tanto, la caza de jabalíes juveniles, además de ética, cumple una función sanitaria (en salud pública y sanidad animal), ecológica y reduce los daños agrícolas y los accidentes de tráfico.

Además, su importancia aumenta ahora que se han disparado los casos de peste porcina africana en Europa y todas las comunidades autónomas están haciendo especial hincapié en aumentar los cupos de caza de jabalíes para reducir su densidad para evitar un desastre ecológico y económico si llega a España.

Jabalina adulta seguida por los rayones. @Shutterstock
Jabalina adulta seguida por los rayones. @Shutterstock

Porque lo aconsejan los biólogos

Para Florencio Markina, doctor en Ciencias Biológicas, «una población estructurada de jabalíes, con un gran número de hembras adultas experimentadas, produce menos daños a la agricultura que las poblaciones juveniles más inexpertas. Por tanto, la caza de ejemplares juveniles es totalmente necesaria».

Este experto, que ha participado en la redacción del Plan General de Ordenación del Parque Nacional de los Picos de Europa entre otros grandes proyectos, explica a Jara y Sedal que «hay estudios bastante recientes hechos en Alemania en los que se ha visto que si se respetan las hembras adultas y se quitan las hembras juveniles, digamos que las adultas producen una especie de inhibición en las más jóvenes. Con lo cual se controla mucho mejor la reproducción y se impide el aumento de las poblaciones».

Además, Florencio Markina explica que «en Francia en la mayoría de las cacerías solo se puede disparar a jabalíes menores de 40 kilos». Tiene su explicación. La pirámide de población del jabalí es muy ancha por abajo, es decir, producen muchísimas crías, y muy estrecha por arriba. El problema de disparar siempre al jabalí más gordo es que rejuvenece las poblaciones.

«La edad media de los jabalíes ahora mismo en España ronda los 20 meses. Es antinatural. Lo que recomiendan todos los expertos es que hay que revertir esa situación. ¿Cómo? Quitando los juveniles y dejando las poblaciones maduras. Estas producen menos daños ya que son más sabios y saben buscar la comida en el monte en vez de estar expuestos en un cultivo y además de porque las hembras adultas tienen ese efecto del que hablo ‘inhibidor’ de las hembras juveniles a la hora de reproducirse», comenta el biólogo.

La humanización de los animales, un problema

Florencio Markina recuerda que en la caza de gestión no tiene que haber miramientos: «Eso no deja de ser una especie de humanización de los animales. La gente piensa: ¡ay! Es que, ¿cómo vas a matar a los niños? En la caza de gestión habrá que quitar lo que conviene en cada momento para llegar al tope que nos hemos puesto. Si ahora toca quitar juveniles, pues toca quitar juveniles. El problema viene cuando humanizas a los animales y piensas: ¡pobre! ¡es que es chiquitín! Hay que dejar a los adultos para que cambien la tendencia de población».

A pesar de lo comentado anteriormente, Pérez-Reverte ha comentado en Twitter: «No sé si esto es legal o no; pero, con todo el respeto para los cazadores decentes, que alguno habrá, me cisco en los muertos de los de la foto».

Las respuestas no se han hecho esperar. Una de las más destacables ha sido la protagonizada por el también escritor y periodista, además de veterano cazador, Antonio Pérez Henares, quien ha advertido a Pérez-Reverte de su error: «Te equivocas en este caso. No hay una liquidación familiar. Es el resultado, humilde dada la densidad, de una batida. Los machos habitualmente van solos. Las piaras están compuestas de hembras con crías pequeñas, rayones y jóvenes. No hay ningún jabato, que sería lo reprobable».