El líder socialista se ha reunido con colectivos civiles como el feminista o el ecologista, pero no se ha sentado con ningún representante del mundo rural.
5/8/2019 | Redacción JyS
Pedro Sánchez y Teresa Ribera con los ecologistas esta mañana. / Greenpeace
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha convocado a las asociaciones ecologistas este lunes en el marco de su ronda de consultas con la sociedad civil para elaborar una propuesta de gobierno que presentar a Unidas Podemos. Cabe destacar que el líder socialista se ha reunido con colectivos civiles como el feminista o el ecologista, pero no se ha sentado con ningún representante del mundo rural por el momento.
La ministra para la Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, se ha mostrado «satisfecha» tras la reunión con estos colectivos. «Ha sido una mañana muy provechosa; estamos satisfechos», ha dicho en declaraciones a la prensa al término del encuentro con WWF, Ecologistas en Acción, Greenpeace, Amigos de la Tierra y SEO/BirdLife. Los mismos grupos que le pidieron al presidente del Gobierno el pasado mes de enerosubir los impuestos a la caza y bajárselos a ellos mismos y posteriormente se lo reiteraron en marzo.
Según ha indicado Ribera, Sánchez quería tener «las impresiones de distintos actores que –a su
juicio- trabajan en la sociedad para poder avanzar en uno de los seis grandes
ejes que propuso en su discurso de investidura: la transición ecológica». La
reunión ha servido, según la ministra, para «intercambiar impresiones sobre
diversas cosas», como por ejemplo, «hasta qué punto se ha dado un avance
significativo» en la agenda pública sobre la trascendencia económica y social y
ambiental de la transición ecológica en España. En concreto, le han exigido en
este sentido «fiscalidad ambiental».
Los colectivos también han trasladado al presidente del
Gobierno y a la ministra que están «contentos»
de cómo han cambiado los términos del debate, aunque la ministra recalca
que a juicio de las organizaciones «falta mucho por hacer en cuestiones como
protección de la diversidad».
Sobre la diferencia en las demandas de estas cinco organizaciones,
Ribera solo ha destacado la existente en «la intensidad y los ritmos». «No hay
discrepancias con respecto a objetivos y grandes líneas maestras», ha añadido,
para agregar que la rapidez con que quieren actuar las organizaciones es «un
acicate para ir más deprisa en las instituciones».
Proponen subir impuestos al mundo rural y bajarlos a sus
organizaciones ecologistas
En el documento –llamado «Propuestas de fiscalidad ambiental: avanzando hacia un mundo más justo
y sostenible»-, las
citadas organizaciones proponen «reformas
concretas de los impuestos actuales para incorporar criterios ambientales»
y hasta 13 nuevos impuestos, entre ellos uno a la caza –en concreto el número
17–. Exigen, además, que estos impuestos
«incentiven o penalicen determinadas actividades, conductas y decisiones de los
agentes económicos –las empresas, los gobiernos, las familias y las
personas individuales– según su impacto ambiental».
En concreto –y además de solicitar el mencionado impuesto a los cazadores-, las organizaciones ecologistas solicitaron a las distintas administraciones estatal, autonómicas y locales en sus respectivas competencias y territorios reformar impuestos como el IVA, el IRPF o el Impuesto sobre Sociedades «para que primen actividades más sostenibles; las tasas sobre los hidrocarburos para penalizar a los combustibles más contaminantes; gravar la generación de CO2, disuadir de la producción de la energía nuclear; crear nuevos impuestos como el del vertido e incineración de residuos, sobre la caza, el consumo de plaguicidas o la extracción de agua subterránea; o un impuesto sobre la ganadería intensiva, que grave el impacto ambiental que provoca la generación de purines o las emisiones de metano».
Del mismo modo, piden que la recaudación obtenida de
impuestos como el de la caza «sea finalista y que se destine
íntegramente a facilitar la transición ecológica y alcanzar un modelo
socioeconómico acorde a los límites del planeta». O lo que es lo mismo: garantizar
su flujo de subvenciones.