Un oso ha saltado una valla electrificada de más de un metro y medio de alto y ha burlado a ocho mastines para atacar a un rebaño de más de 1.000 ovejas en las montañas de Vilamòs, en el Valle de Arán (Lérida). El incidente, que sucedió el pasado viernes 3 de junio a tan solo 200 metros del área recreativa del municipio catalán, se ha saldó con dos ovejas muertas, según expone El Periódico.

En declaraciones del alcalde del municipio, Oriol Sala, que recoge el citado medio, este ha pedido «a los vecinos y a toda la población que tengan cuidado si van a pasear por la zona». Este lugar recreativo cuenta con una pista de pádel y otra polivalente, así como un espacio para hacer barbacoas, por lo que la presencia de gente es común.

Los agentes rurales del gobierno regional han informado por su parte de que, en esta zona del Pirineo catalán, han contabilizado seis ataques más. Estos osos forman parte de un programa de conservación de la especie, que se encuentra en peligro de extinción, y muchos de ellos llevan collar con GPS. En la cordillera entre España y Francia existen aproximadamente unos 70 ejemplares.

El alcalde lamenta, también en palabras al citado medio, que la muerte de cada animal supone una «gran pérdida económica» y que la indemnización que reciben por parte de la Generalitat «no compensa».

En este sentido, recordamos cómo hace tres años se habló de una osa en Ansó (Huesca) como posible culpable del despeñamiento y muerte de 70 ovejas en el monte Quimboa. Imanol Orduna, propietario del rebaño, explica que un día se dieron cuenta de que faltaban muchas ovejas y que otras estaban malheridas. «Llamamos al guarda del oso que, tras realizar una batida, encontró a las ovejas despeñadas y muchas de ellas ya pasto de los buitres», señaló.