Lagartija de la Maluca, la galga que consiguió coronarse como la más rápida de España en Madrigal de las Altas Torres (Ávila) ha perdido la vida esta mañana al ser atropellada en Valladolid.
6/3/2018 | Redacción JyS

Lagartija de la Maluca durante el Campeonato de España/ Fotografía: Melisa Vara
Lagartija de la Maluca durante el Campeonato de España. / Foto: Melisa Vara

Según ha podido saber jaraysedal.es, Lagartija de la Maluca llevaba en paradero desconocido desde la madrugada del lunes. Su propietario denunció tal situación e inició una intensiva búsqueda de la campeona. La galga había cambiado su hogar del campo a la ciudad por motivos de seguridad.
Fue precisamente su intención de volver a su antigua casa la que le hizo escaparse y no volver. Tras un fatídico lunes de búsqueda para sus propietarios, esta mañana han recibido una llamada que les daría la peor noticia esperada. La galga ha sido hallada sin vida en la carretera de la circunvalación de Valladolid.
Su propietario, D. José María Mena López y su entorno más cercano se encuentran afligidos y sin consuelo al perder a una de las mejores galgas de la historia. La perra castellanoleonesa, Lagartija, era hija de Kaka del Casar de Escalona y de Montera de la Maluca, genética que le llevó a derrotar en una dura batalla –que puedes volver a ver en este link a Manos Blancas de Pedroncho en uno de los mejores correderos de nuestro país. 

Lagartija de la Maluca, velocidad imborrable

Consiguió hacer historia, no solo por hacerse con la Copa de S.M El Rey, sino por romper con la tradición de que en Madrigal solo ganaran galgas negras: ella era barcina. Este año, Malú de Villadiezma volvió a colocar el negro a la cabeza con su victoria ante Milana de Pachichi el pasado 3 de febrero.
Esta muerte significa un duro golpe para la lista de campeones de España, la cual ya sufrió una baja el año pasado, la de Faruq de la Tata. Precisamente de este semental es la última cría que tuvo Lagartija, cachorros que han quedado huérfanos en cuestión de meses.
Se fue, pero dejó tras de sí una impronta que no se borrará de la memoria de ningún galguero. Su calidad, codicia y velocidad perdurará por siempre.