El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha vuelto a desatar la indignación del mundo rural, y especialmente de los ganaderos, con las declaraciones que ha realizado durante una entrevista reciente en el diario británico The Guardian en las que, de nuevo, vuelve a atacar al sector cárnico español. «Encuentran un pueblo en una parte despoblada de España y ponen 4.000, 5.000 o 10.000 animales. Contaminan el suelo, contaminan el agua y luego exportan esa carne de mala calidad de esos animales maltratados», es tan sólo una de las frases con las que el miembro del Gobierno se expresa en el encuentro con el citado medio inglés.

Además, Garzón expone que «España exporta carne de mala calidad» y que «no respeta el bienestar animal», algo que ha desatado las críticas del mundo rural en general. Garzón se apoya en un informe publicado recientemente por fuentes ecologistas en el que señalan que 20 empresas cárnicas mundiales emiten más GEIs que Alemania, Francia o Gran Bretaña juntas.

En la misma entrevista, Garzón se refiere a las críticas recibidas en verano cuando inició su batalla contra el sector cárnico afirmando que la mayoría provenían de hombres que «sentían que su masculinidad se vería afectada por no poder comer un trozo de carne o hacer un asado». En ese sentido, también afirma que las mujeres recibieron «mucho mejor su mensaje contra el consumo de carne».

Habla de un «un apoyo total de la sociedad»

Finalmente, se atribuye «un apoyo total de la sociedad» en su propuesta indicando al medio británico que «las organizaciones de la sociedad civil y las asociaciones de ecologistas, pediatras, médicos y nutricionistas salieron a defendernos hasta el final». Y concluye «creo que eso nos ayudó a ganar el debate».

Recordamos cómo el pasado mes de julio un grupo de trabajadores de la empresa Cárnicas Dibe, encabezado por su Director General, Raúl Sánchez de Castro, se personaron en el Ministerio de Consumo para hacer llegar al ministro  una caja con productos elaborados por la empresa y una carta en la que ponían de manifiesto las «dificultades de comercializar estas carnes por parte de las empresas del sector, así como el sentir de la empresa y sus trabajadores tras la polémica generada por sus declaraciones» el pasado verano.