«Cerrar siempre la p… puerta, que estoy hasta los co… de correr detrás de las vacas». Con este mensaje, un ganadero de Cubillos del Sil, en la provincia de León, denunció el pasado lunes a través de Facebook cómo el paso de turistas y urbanitas por el camino que lleva a su finca le trastorna el trabajo, ya que cada vez que abren la puerta y no la cierran él debe acudir al lugar a hacerlo si no quiere que se escapen sus vacas.

«Exacto. Pasa muy a menudo. La gente abre, entra, deja abierto… los animales se salen y la culpa para el ganadero, y como alguien llame al 112 y se persone la Guardia Civil o Policía, multa al canto…», le contesta otro ganadero a la publicación, que se ha compartido en casi seiscientas ocasiones en esta red social desde el pasado lunes 21 de junio.

¿En medio de un camino de servidumbre?

No obstante, hubo ganaderos que no estuvieron de acuerdo con la postura del pastor: «Si el ganado está en un camino de servidumbre, ¿por qué tienen que cerrar? que pongan un paso canadiense en ese caso», explicaban en los comentarios de la publicación. La servidumbre de paso, es un derecho real que limita la propiedad de una finca al obligarla a dar camino y paso de entrada o salida a favor de otra.

«Los pasos canadienses se están quitando en muchos sitios por las heridas que se hacen los animales cuando se ven forzados a pasar por depredadores o miedo a algo, se rompen patas o cosas peores. Lo mejor es una puerta o barrerón de toda la vida y tener la responsabilidad de dejarlo como lo has encontrado», le respondía otro en este caso.

El debate, no obstante, está servido. Esta fue la publicación del ganadero:

Otra campaña lanzada en 2020 para que los urbanitas que van al campo no roben perros pastores

perros pastores

«Prohibido robar perros, prohibido acercarse, no tocarlos, no llamarlos. No están abandonados ni son un juguete: están trabajando». Fue la campaña que en 2020 se puso en marcha por los pastores de los Picos de Europa para que los excursionistas urbanitas que van al campo no roben los perros pastores que se encuentran por el camino.

Estos perros son la mejor defensa frente a los ataques de osos y lobos a explotaciones ganaderas. Como ejemplo, la grabación que mostramos en Jara y Sedal el pasado año, en la que cuatro mastines expulsaban en cuestión de segundos a un joven oso que se encuentra cerca de una explotación de vacas. Además vigilan y conducen el ganado, trabajando junto a sus dueños.