La pasada primavera, el cazador Óscar Bernal, natural de la localidad de Alcañiz (Teruel), abatió en un coto de esta provincia aragonesa uno de los corzos más impactantes de lo que iba de temporada. Su imponente trofeo hacía presagiar que podría erigirse como uno de los mejores de España. Tras su medición oficial en julio, se confirmó que se trataba del tercer corzo más grande homologado en nuestro país.

El trofeo del animal, según informó la Junta Nacional de Homologación de Trofeos de Caza Mayor al cazador aragonés, dio un total de 231 puntos, lo que lo erigió como el tercer puesto del ránking nacional sólo por detrás del abatido por Sergio Muela en 2016 en Guadalajara -que dio 250 puntos CIC- y del de Gonzalo Marian Vicente –cazado en el mes de julio de 2020 también en Guadalajara-.

Así se hizo con este animal

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Otras dos imágenes de cazador y corzo. © O. B.

Bernal, en palabras a Jara y Sedal, explicaba que fue el lunes 2 de abril cuando le dieron el precinto de su coto que le permitía salir tras los corzos por lo que decidió ir tras ellos a ver si veía algún animal destacable. «Se me dio bien. Localicé a este macho grande, uno pequeño y una hembra, pero debido a la intensa lluvia tuve que volverme a casa sin poder disparar», exponía entonces.

El martes 5 de abril Bernal volvía al mismo lugar. «Fui a rececharlo pero no lo vi. Acudí al mismo lugar el miércoles y el jueves y tampoco dio la cara… Ya el viernes, sobre las 20:20 de la tarde, vi que entraba la hembra a esa zona, cinco minutos después el corzo pequeño, y segundos después el grande, a unos 180 metros de donde yo me encontraba», explicó el cazador.

Bernal metía al animal en el visor con presteza y, a una distancia algo inferior a los 200 metros, conseguía abatirlo de un certero disparo con su rifle Bergara B14. Cuando fue a cobrar la pieza, no podía creer lo que había conseguido abatir: un gran macho de ocho puntas, y además de cuerna gruesa, tenía 15 centímetros en cada una de las rosetas.