Incluido en el Catálogo de Especies Exóticas e Invasoras, las poblaciones de mapache (Procyon lotor) están fuera de control en España y el resto de Europa poniendo en peligro la biodiversidad y a especies autóctonas como nuestra perdiz roja (Alectoris rufa)… e incluso nuestra salud, ya que puede transmitir enfermedades como la rabia y la baylisascaris, provocada por un peligroso parásito.

Tras su introducción en Europa a principios del siglo XX, inicialmente como especie peletera y posteriormente como mascota, llegó al medio natural a partir de escapes desde granjas y, sobre todo, tras sueltas intencionadas de propietarios incapaces de mantenerlos en sus domicilio por su carácter agresivo. En un corto periodo de tiempo ha conseguido extenderse por la práctica totalidad de Europa, con un crecimiento exponencial en las últimas décadas hasta alcanzar la consideración de especie exótica invasora de gran preocupación.

¿Por qué es tan peligroso el mapache?

Dos son los motivos principales de esta inquietud: su impacto en los ecosistemas, pudiendo afectar de forma directa o indirecta a numerosas especies protegidas y cinegéticas como la perdiz roja, y los problemas de salud que puede generar a las personas.

Por su gran voracidad y agresividad es capaz de desplazar, consumir y, en algunos casos, comprometer la conservación de numerosos grupos taxonómicos. A pesar de ser omnívoro, se le considera un potencial cazador de pequeños y medianos mamíferos y aves y depredador de nidos, por lo que tiene un importante impacto sobre muchas especies, entre las que se incluyen las cinegéticas como la perdiz.

Por otro lado, desde un punto de vista sanitario, puede ser potencial transmisor del virus de la rabia, con más de un centenar de casos confirmados en el centro y este de Europa, lo que obliga a estar alerta ante cualquier aparición de ejemplares con un comportamiento extraño o que causen alguna lesión o mordedura accidental. También es portador de un peligroso parásito denominado Baylisascaris que puede afectar a las personas, causando una enfermedad grave.

La baylisascaris es una parasitosis presente en mapaches causada por el nematodo denominado Baylisascaris procyonis, un gusano redondo que se encuentra en su aparato digestivo sin generar habitualmente signos clínicos de gravedad, pero que cuando afecta a otros mamíferos, aves y, sobre todo, al hombre, da lugar a procesos neurológicos y oculares asociados a la migración de las larvas tras la infestación.

¿En qué zonas de España hay mapaches en libertad?

Es España el primer avistamiento de un mapache en el medio natural tuvo lugar en 2001 en la isla de Mallorca. En 2003 se capturó en Madrid el primer ejemplar asilvestrado. Desde entonces se han extraído cientos de ellos –más de 400 sólo en esta última región– y su número crece exponencialmente año tras año hasta encontrarse ya fuera de control. Se ha confirmado su presencia en libertad al menos en Cataluña, Comunidad Valenciana, País Vasco, Castilla-La Mancha, Andalucía, Asturias, Galicia o Canarias, además de Madrid y Baleares, a pesar de que su venta se encuentra prohibida en España desde hace ya diez años al ser una especie incluida en el Catálogo de Especies Exóticas e Invasoras.

Las larvas que transmite pueden atacar tu sistema nervioso y tus ojos

La baylisascaris es una enfermedad originaria de América, donde más del 65% de los mapaches tienen este parásito, mientras que en Europa se considera emergente, vinculada a la rápida expansión de la especie en las últimas décadas. Las hembras del parásito ponen huevos que son expulsados con las heces del mapache, y las personas pueden contagiarse tras ingerir agua o alimentos contaminados –existe un riesgo mayor en niños que juegan en zonas de parques con arena en entornos donde los mapaches están presentes–.

Una vez ingeridos, los huevos eclosionan en el aparato digestivo y las larvas migran hacia el sistema nervioso central o hacia los ojos, pudiendo causar lesiones graves e incluso la muerte. El tratamiento es complejo y su presencia da lugar a secuelas durante el resto de la vida asociadas a las lesiones provocadas por las larvas en el encéfalo. Por estas razones hemos de estar atentos al avance de la especie los próximos años. Los cazadores deberían jugarán un papel muy destacado para su vigilancia y control realizando de nuevo una importante labor como centinelas para la conservación del medio natural.

¡Alerta! ¿Has visto estas huellas en tu coto?

El mapache es un mamífero originario del continente americano, donde se distribuye desde Canadá hasta el norte de América del Sur. De mediano tamaño, alcanza una longitud de hasta 50-55 centímetros, aunque se han llegado a encontrar ejemplares adultos de hasta 70 centímetros y más de 14 kilos. Localizarlos no resulta sencillo, pues se trata de un mamífero de hábitos nocturnos que prefiere ocupar territorios boscosos cercanos a cursos de agua, aunque también son frecuentes en zonas próximas a los núcleos urbanos, donde acuden a los contenedores de basura a alimentarse. Conocer sus huellas es una de las mejores maneras de saber si ha ocupado tu coto. En este artículo hablamos sobre ello.