El pasado 1 de octubre, Mario García García, agricultor de 36 años y vecino de Villafer (León), vivió un momento tan impactante como inusual mientras cosechaba un campo de girasoles en Fuentes de Ropel, Zamora. Dos lobos ibéricos aparecieron de forma repentina frente a su maquinaria y comenzaron a cazar a escasos metros del peine de la cosechadora, una escena que consiguió grabar y que ha despertado la curiosidad y el asombro de muchos amantes de la fauna salvaje.
El trabajador agrícola relató a Jara y Sedal cómo fue ese momento que, según confiesa, no olvidará jamás. Mientras maniobraba su maquinaria en una gran parcela repleta de broza, los animales surgieron de forma inesperada. «Estaba cosechando girasoles en una tierra grande, de 23 hectáreas, con mucha broza cuando, de repente, dos lobos aparecieron delante del peine de la cosechadora. Me han asustado», explicó Mario, que nunca se había topado con los depredadores a tan poca distancia.
El leonés añade que en ese instante salieron codornices y liebres, lo que le llevó a pensar que los lobos se encontraban en plena acción de caza. De los dos ejemplares, uno, el más oscuro, se encontraba tumbado en el suelo, probablemente atento al menor movimiento de sus posibles presas.
La escena culmina con una escena de caza a plena luz del día
Minutos después del primer encuentro, Mario volvió a ver a los lobos, esta vez en un camino cercano, donde uno de ellos se encontraba refrescándose en un charco. «A los 10 minutos, aparecieron dos zorros, pero los lobos no les hicieron ni caso. Estuvieron trasteando toda la tierra hasta que llegaron a una lindera, donde salió una liebre. En unos 50 metros la cogieron», detalló aún incrédulo por lo vivido.
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El vídeo, captado alrededor de las 15:00 horas, muestra a los dos lobos moviéndose entre la vegetación frente a la cosechadora, confirmando visualmente lo que el testimonio de Mario ya había adelantado: un insólito cara a cara entre hombre y naturaleza salvaje.
Un documento excepcional de la vida silvestre
Aunque Mario asegura haber visto lobos en otros pueblos cercanos, reconoce que esta vez le sorprendieron demasiado cerca. Su grabación ofrece un testimonio inusual de la actividad de estos depredadores en una zona agrícola y, más allá del susto, se ha convertido en un valioso documento que muestra cómo la fauna silvestre convive cada vez más cerca de las labores humanas.
