Hace unos días se tuvo conocimiento del nacimiento de estos cachorros gracias a los collares emisores que tienen instalados los adultos. Los cazadores extremeños han sido claves para que hayan nacido los felinos.

31/8/2019 | Redacción JyS

linces cotos de caza
Uno de los linces. / E.P,

El pasado mes de mayo nacieron los primeros linces en libertad de la provincia de Cáceres. Se trata de dos cachorros, hijos de Miera, una hembra nacida en cautividad en el año 2015 y liberada en 2016 en la Zona de Especial Conservación (ZEC) del Matachel, y de Negral, un macho nacido también en cautividad en el año 2016 y liberado en 2017, en los Montes de Toledo, que llegó por sus propios medios a Valdecañas. Ambos han elegido un coto de caza para traer al mundo a sus crías.

Hace unos días se tuvo conocimiento del nacimiento de estos cachorros gracias a los collares emisores que tienen instalados los adultos y que indican diariamente, a través de señal satélite y terrestre, la ubicación exacta de cada individuo y el territorio que ocupa.

Desde hace más de 40 años no se conocían nacimientos ni población viable en Extremadura pero no es la primera vez que un macho llega a Extremadura desde los Montes de Toledo, ya que en el año 2014, un lince nacido en cautividad en el Centro de Cría de Silves, en Portugal, llegó a Valdecañas y recorrió el territorio extremeño durante 3 meses hasta volver a su lugar de nacimiento.

Igualmente, en el año 2016, una hembra liberada en el área de Matachel en el 2015, cruzó todo el territorio extremeño, pasando por los Ibores y llegando a los Montes de Toledo, emparejándose con un macho territorial y teniendo numerosas crías.

Ello confirma, según los expertos que trabajan en el Programa de Reintroducción Ex-situ del Lince Ibérico, la importancia de Extremadura y, en especial, el área de Valdecañas en la provincia de Cáceres, y del Matachel en la de Badajoz, como zona de interconexión territorial y de intercambio genético entre linces de diferentes regiones.

El lince ibérico sigue siendo el felino más amenazado del planeta por lo que para su recuperación se han necesitado grandes esfuerzos y apoyos económicos por parte de la Comisión Europea, de los gobiernos estatales de España y Portugal y las comunidades autónomas.

Labor fundamental de los cazadores extremeños

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Otra imagen de los animales. / E.P.

Desde las primeras reintroducciones del año 2014 con seis individuos en el Valle del Matachel en la provincia de Badajoz –tres machos y tres hembras–, la población está asentada con 90 linces en cinco territorios, y, lo más importante, con 17 hembras reproductoras y el nacimiento en libertad de 35 cachorros en 2019.

Esto es posible en gran parte por el óptimo hábitat de monte mediterráneo y por el elevado número de conejos, alimento principal del lince ibérico, de hecho el último análisis IKA (Índice Kilométrico de Abundancia) señala más de 400 conejos en el mes de agosto en el área de Valdecañas-Ibores, con cifras semejantes en el área de Matachel.

Una de las clave de esta abundancia está en la labor desarrollada por la Junta de Extremadura y las sociedades de cazadores de Navalmoral de la Mata, Belvís de Monroy, Casas de Belvís, Valdehúncar, Millanes, Bohonal de Ibor, Peraleda de la Mata y Almaraz, trabajando coordinadamente en la recuperación de las poblaciones de conejo.

La Dirección General de Sostenibilidad de la Consejería para la Transición Ecológica y la Sostenibilidad agradece también la colaboración e implicación de numerosas personas y entidades.

Así, al trabajo de campo y organizativo se suman las labores de divulgación y concienciación entre los vecinos y propietarios de las diferentes zonas; así como los acuerdos de colaboración con los propietarios, el diálogo con los gestores de fincas y cotos y la colaboración e implicación con el Ministerio para la Transición Ecológica, la Fundación CBD Hábitat, ayuntamientos y entidades locales, la Federación Extremeña de Caza y las diputaciones provinciales.