Rocío Naranjo es una joven rehalera de 23 años natural de la localidad onubense de Hinojos. Su pasión por la caza le viene de familia, de su abuelo y su padre, también cazadores. «Soy rehalera desde que era pequeña, puesto que mi padre tiene una rehala, mi hermano también y ahora tengo la suerte de que mi pareja también posee una más», comienza explicando Naranjo a la redacción de Jara y Sedal.

«Cazo desde que era pequeña, tengo 23 años y llevo 15 metida en el mundo cinegético. Además de acudir con las rehalas practico todo tipo de cacería, pero lo que más me gusta son los perros», expone a esta redacción. En la actualidad, cuida de los canes de su padre -Rehalas Candi– y participa junto a su novio Manuel Viejo en las monterías a las que acuden con sus perros -Rehalas Manolito Tachenco-.

Su afición nace a través de su padre, con el que «desde siempre» ha ido a cazar. «Ahora, disfruto cada fin de semana de montería, los agarres de los jabalíes, las jornadas entre jaras… pero, sin duda, el momento que más me gusta es la suelta de los perros y ver salir a los animales al campo en plena libertad», explica la joven.

Su abuelo, eje fundamental en su vida como rehalera

Rocío, con su abuelo. © R. P.

Su abuelo ha sido eje fundamental en su vida como rehalera: «Él también tiene mucho que ver con que me guste tanto el campo, porque era su vida. Él ha sido el guarda del coto de mi pueblo desde siempre, y ahora lo es mi hermano. Mi padre también es guarda en un coto de caza privado y dejó su rehala, de la que nos hicimos cargo mi hermano y yo para que no se perdiera», explica la joven.

La mujer en la caza: «Tenemos mucho que decir»

Rocío suele practicar la caza en monterías en las cercanías de su localidad natal, Hinojos, en la provincia de Huelva, además del vecino municipio de Almonte, de donde es su pareja: «Creo que las mujeres en la caza tenemos mucho que decir. Es un elemento súper importante y no tiene barreras de ningún tipo», destaca.

Y hace una reivindicación del mundo femenino en la caza y especialmente en las rehalas: «Yo me siento libre en el campo, entre jaras, con mis perros, en el monte cazando (…) Las aficiones no tienen género, lo mismo pueden ser de un hombre que de una mujer, y eso quiero ponerlo muy en valor», defiende la joven.

Crítica a las palabras de López de Uralde

Tras dos monterías. © R. N.

La joven cazadora también ha denunciado la actitud del diputado de Podemos y presidente de la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, Juan López de Uralde, tras su ataque y descalificación a las mujeres cazadoras, a las que define como «un mero elemento folclórico». «Me parece una falta de respeto hacia la mujer cazadora, puesto que cada vez somos más y es algo que cada día, le guste o no a algunas personas, se está normalizando más», argumenta la rehalera.

«No somos menos mujer por ser cazadoras; yo creo que con la afición se nace, independientemente del sexo que seas. Por culpa de personas así, quizás no haya más mujeres cazadoras: por el miedo, la vergüenza y el qué dirán… pero gracias a Dios cada día somos más», concluye la joven.

A continuación te mostramos la pequeña entrevista que le hizo Armando Román, reconocido Guarda Rural de Huelva.