El joven pescador Carlos Perdices, natural de la localidad de Zuera (Zaragoza) y de 24 años de edad, pescó el pasado 4 de diciembre en la desembocadura del río Segre, poco antes de llegar al embalse de Mequinenza, una enorme carpa de 20,3 kilogramos de peso. Se trata de su récord personal en esta especie y, sin duda, un gran ciprínido capturado en una sesión «de ensueño», como así la define él mismo en declaraciones a este medio, junto a su compañero Bartek.

El pescador ha ofrecido a la redacción de Jara y Sedal todos los detalles de una jornada de carpfishing que no se le olvidará jamás: «Iba con mi compañero y fue una sesión de ensueño, ya que sacamos once carpas, algo que a día de hoy es una auténtica locura», comienza relatando.

«Nos fuimos muy contentos. Mi compañero sacó ocho carpas y yo tres, y una de ellas fue esta, que a día de hoy es mi récord personal con 20 kilos y 300 gramos. Estuve unos 20 minutos batallando con ella hasta que la pude sacar del agua», señala sobre la épica picada de este «bombo» de ciprínido.

La lucha con este espectacular ejemplar

Otra imagen del pescador con la carpa. © C. P.

El pescador, sobre la lucha con este espectacular ejemplar, explica que «fue una picada brutal, no paraba de sacar hilo». «Cuando cogí la caña, se fue para la derecha a unos carrizos que había, la tuve que forzar un poco porque si no se me podía perder y, efectivamente, salió de ahí a los pocos minutos», detalla.

Después de ese intento por escapar, a los quince minutos, el animal «venía ya casi sin fuerza, aunque pegó un último arreón en la orilla no demasiado fuerte», recuerda el pescador. «Ahí fue cuando me percaté de que era una carpa muy buena, fue algo increíble», reconoce el joven sobre una picada que acaeció al amanecer, sobre las 8:00 horas de la mañana de aquel domingo.

Otra imagen del pescador con la carpa. © C. P.

El pescador utilizó, como equipo, una caña Shimano TX2 y un carrete Shimano Ultegra. Como cebo, una bola de 24 mm de Sweet Dreams.