Paola Muñoz es una joven cazadora de 22 años, natural de la localidad zamorana de Sarracín de Aliste, cuyo término forma parte de la Sierra de la Culebra y por ende, uno de los principales enclaves nacionales del lobo ibérico. Esta cazadora que heredó la pasión por la actividad cinegética de su padre, ha logrado graduarse en Derecho por la Universidad de León gracias a su trabajo Fin De Grado titulado ‘Consecuencias jurídicas, económicas y medioambientales derivadas de la protección estricta del lobo ibérico en la Sierra de la Culebra’.

Su vocación por la caza nace «desde bien pequeña». «En mi familia paterna todos somos cazadores», explica a la redacción de Jara y Sedal. «Mi primer contacto con la caza fue cuando a los seis años mi padre me llevó por primera vez a recechar junto a él». Desde entonces lo acompañaba como morralera en cada una de sus jornadas cinegéticas, tanto de caza mayor como de menor, y afirma que a los 14 años ya tenía permiso de armas empezando a tener sus primeros lances de su mano y de José Manuel, su primo, al que también le debe parte de lo que sabe acerca del campo y la caza, pone en valor la joven.

Conoce de primera mano al lobo en la Sierra de la Culebra

lobo Extremadura
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Fue por todo ello que, desde que empezó sus estudios en el grado en Derecho, tuvo claro que quería vincular su profesión con su pasión, la caza. «Tuve la suerte de crecer de la mano de un agente medioambiental destinado en la Sierra de la Culebra y apasionado por su trabajo y una tierra que sentía como suya a pesar de ser extremeño, mi padre. Fue esto lo que me permitió tomar conciencia de primera mano de la situación del lobo en la Sierra de la Culebra y la problemática que se genera entorno a la especie», expone.

«He visto la desesperación de los ganaderos al llegar a su explotación y ver cómo el lobo había atacado a su ganado y también he sufrido directamente los ataques del sector proteccionista más radical de la especie que ni comparte la afición por la caza ni mucho menos respeta el derecho de los demás a ejercerla», denuncia la joven.

El trabajo se introduce en la problemática que ha suscitado la regulación del lobo en los últimos años

Con este trabajo se ha pretendido incidir en la problemática que ha suscitado la regulación del lobo en los últimos años, desde ser considerado alimaña hasta la protección estricta actual, quedando en relieve el incremento de los daños que ha sufrido la cabaña ganadera desde la entrada en vigor de la Orden TED/980/2021 de 20 de septiembre, que consideró a todas las poblaciones de lobo incluidas en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial, provocando la inmediata prohibición de la caza del cánido al norte del río Duero, donde hasta entonces estaba permitida. Esta orden no fue bien recibida por los colectivos cazadores ni ganaderos por lo que a día de hoy sigue siendo objeto de disputa ante los tribunales.

Este trabajo defiende la caza del lobo regulada desde la primera página, cuando en la dedicatoria dice ‘A ti papá, por haber inculcado en mí, el amor por la naturaleza y tu pasión por la caza’.

«No fueron pocas las voces que consideraron arriesgado manifestar la afición por la caza desde el inicio del trabajo, pero a día de hoy, puedo decir que la caza me ha abierto más puertas de las que me ha cerrado y que merece la pena llevar siempre la caza por bandera», pone en valor la joven. Y fue también así, con la defensa de este TFG, pues únicamente recibió elogios por parte de la Comisión evaluadora.

Este es el TFG presentado el pasado mes de julio por la joven.