La cazadora Rebeca López, socia del coto del municipio de La Codosera, en la provincia de Badajoz, abatió el pasado domingo 20 de noviembre una extraña perdiz con el plumaje blanco casi en su totalidad que pertenecía a un bando que levantó su perro, de raza labrador.

La cazadora, que ha enviado a la redacción de Jara y Sedal las imágenes de la curiosa ave, explica a este medio que la presente temporada la población de perdiz en el coto es «buena». «Se ha reforzado y se nota», argumenta.

Una captura que llegó a media mañana

Otra imagen de la perdiz. © R. L.

«Salimos como todos los domingos a cazar y, a media mañana aproximadamente, me di cuenta de que mi perro vio algo; fue corriendo y, de repente, salió un bando de perdices. Yo me fijé en la blanca, la más rara, y tuve suerte de que la abatí de un disparo. Era brava, porque tenía las patas de color rojo, y me quedé sorprendidísima con su plumaje», relata la cazadora pacense a este medio.

La perdiz blanca. © R. L.

Si bien el ave es muy llamativa, no es el primer ejemplar similar que compartimos en este medio, ya que hace dos años un joven castellonense y su padre lograron dar caza a otra perdiz parecida en las cercanías de la localidad castellonense de FanzaraJara y Sedal se puso en contacto con uno de los dos protagonistas que lograron hacerse con el particular ejemplar. 

Asimismo, la pasada semana, el cazador Diego Carrero, de 27 años de edad y natural de la localidad abulense de Sinlabajos, logró abatir otra extraña perdiz con un plumaje parcialmente blanco en terrenos de la sociedad de cazadores del municipio castellano leonés.

¿Qué explicación da la ciencia a estos plumajes en las perdices?

Otra imagen de la perdiz de alas blancas. © D. C.

Cuando surgieron casos similares de perdices blancas de los que se ha hecho eco este medio, Jesús Duarte, un experto biólogo, explicó que existen al menos dos estudios sobre la pérdida de pigmentación de las perdices y su relación con la alimentación de éstas.

Tanto el primero -elaborado en 2008 por expertos del IREC- como el segundo -de 2016 y elaborado por expertos de distintos organismos- explican que tanto la falta de carotenos en la dieta de las perdices como algunos problemas metabólicos relacionados con la oxidación de los pigmentos se traducen en esa falta de tonalidad en los colores rojos de patas, anillo ocular y plumaje.

Por otro lado, Duarte afirmó que evolutivamente aves con esta rareza «deben tener menos éxito reproductivo al ser menos atractivas».