La evolución en el mundo agrícola avanza a pasos agigantados. En este caso, una de las marcas que lidera el sector de la maquinaria, John Deere, ha presentado en los últimos días un tractor totalmente autónomo sobre la base del modelo 8R que estará listo para ponerse a la venta en Estados Unidos para finales de este año.
Entre otros servicios, el tractor autónomo John Deere tiene doce cámaras, lo que permite la detección de obstáculos en 360 grados y el cálculo de la distancia a la que se encuentran. Las imágenes capturadas por las cámaras pasan a través de una software que analiza cada píxel en aproximadamente 100 milisegundos y determina si la máquina debe continuar moviéndose o detenerse.
Puedes manejar el tractor desde tu propia casa
El tractor autónomo de John Deere también verifica continuamente su posición en relación con una geovalla, asegurándose de que esté operando donde se supone que debe hacerlo y con menos de una pulgada de error en cuanto a su precisión.
Pero, ¿cómo manejar el tractor? Puede hacerse a través de la aplicación móvil John Deere Operations Center Mobile. Es decir, desde tu propia casa. Esta app tiene acceso a vídeo en vivo, imágenes, datos… y en caso de algún tipo de problema, avisa y para el tractor inmediatamente.
¿En qué puede afectar esto al mundo cinegético?
Hay muchas preguntas que pasan por la cabeza de un cazador cuando se piensa en el comportamiento de un tractor autónomo, y la primera de ellas está relacionada con especies como el corzo cuyas crías permanecen ocultas entre la hierba, o el jabalí que se refugia en las siembras, la liebre encamada, el conejo, la perdiz en época de cría… ¿Se detendrá el tractor autónomo cuando detecte el movimiento de alguno de estos animales?
A la mente nos vienen ejemplos previos de maquinaria agrícola que evita muertes de fauna silvestre, como la del fabricante austriaco Pöttinger, que desarrolló hace tres años Sensosafe, un sistema de detección de corcinos que puede instalarse en cosechadoras y aperos agrícolas que utiliza tecnología infrarroja y avisa de su presencia. Estos animales son los más propensos a resultar heridos o muertos al ser cortados en el momento de la siega, ya que el corzo cría ya con el pasto alto y deja a sus crías durante largas horas para no dar pistas de su presencia a potenciales depredadores como el zorro.