Javier Castroviejo, el último gran biólogo y naturalista ibérico, director de Doñana desde 1975 hasta 1988 y profesor del CISC, además de consultor honorario de la UE y de la FAO, fue uno de los nombres con autoridad que tomaron parte este martes un desayuno informativo celebrado en Madrid y organizado por Fundación Artemisan. En la cita, científicos, profesionales veterinarios, ingenieros de montes e ingenieros agrónomos mostraron su oposición a la tramitación de un proyecto ideológico que tendrá nefastas consecuencias para millones de personas e incluso para los propios animales que pretende proteger.
El biólogo, que también fue colaborador de Félix Rodríguez de la Fuente en El Hombre y la Tierra y la enciclopedia Fauna Ibérica, ya tuvo unas duras palabras contra la ley animalista en un vídeo compartido por la Fundación Artemisan. Ahora, ha vuelto a arremeter contra el texto señalando que la ley que se pretende aprobar, en lugar de preservar los derechos de los animales, los está eliminando.
Además cuestionó la incongruencia de su articulado como el por qué el concepto de maltrato animal se limita a los animales vertebrados y no a otros como los himenópteros sociales o los cefalópodos. Asimismo, recordó que el proyecto tiene en contra la opinión de la comunidad científica.
Una comunidad, recordó, que trasladó su rechazo a la falta de rigor de la ley en una carta firmada por más de 800 investigadores que fue obviada por los promotores de la ley.
«Una ley con una ignorancia enorme»
«Es una ley arbitraria, porque deja inseguridad en las definiciones y en las multas», señaló al inicio de su intervención Castroviejo, que criticaba «que una persona esté obligada a castrar» a su perro y que no se pueda «enseñar a los niños lo que es la ternura de una perra con sus cachorros y su enorme estímulo para la sensibilidad», algo que «va en contra de los derechos esenciales de una persona».
La ley, en palabras del científico, «se mete en la vida de las relaciones entre una persona y su perro, que está seleccionado para tener sus relaciones con la humanidad desde hace 15.000 años. Y ahora viene un funcionario de una ideología a decirte cómo mejoras esto… es cómo decirte cómo practicas el amor o cómo quieres a tus hijos», denunció Castroviejo.
«Luego, es una ley con una ignorancia tan enorme trufada con arrogancia que hace que nos abochorne», siguió criticando el científico.
«Hay otro aspecto esencial de esta ley que tiene que ver con los otros seres vivos: el impacto de las mal llamadas colonias, porque son agrupaciones de gatos», argumentó. Y citó un trabajo científico que dice que en España hay unos 10 millones de gatos, y unos 120.000 acaban en la calle. «Y una cifra que no se sabe: ¿Ustedes saben la fisura que generan, lo que matan, el foco de enfermedades…? Eso es incalculable. Este efecto, en islas como Canarias, está acabando con especies endémicas de reptiles… acabando literalmente», expuso Castroviejo.
«Esta ley va a traer conflictos enormes»
«Y luego están los animales asilvestrados, como los perros, que se comportan como los lobos, que crean grupos y crean un impacto enorme por ejemplo en crías de cérvidos, que no se mueven… etc. ¿Cómo se va a permitir eso? Estas poblaciones hay que eliminarlas. Lo siento mucho, pero no pueden estar ahí», admitió. Y adelantó que «esta ley va a traer conflictos enormes entre los propietarios, porque propugna la intromisión continua de la burocracia y la libertad de cada uno», concluyó.