Los cazadores son los únicos que están haciendo algo para garantizar el sustento de la fauna salvaje tras el devastador incendio que ha asolado cientos de hectáreas este fin de semana en la provincia de Zamora.

Decenas de conejos, jabalíes, corzos, perdices, zorros o ciervos han perecido al paso de las llamas, pero el sector cinegético se ha unido a través de los cotos sociales del lugar para llevar alimento y bebida a los animales que aún quedan en la zona.

Miguel Ángel Rivera, presidente del coto de Domez de Alba, en declaraciones a La Opinión de Zamora, ha explicado que «no ha quedado nada a salvo; si hubiera zonas libres del fuego, los animales tendrían un resguardo, pero así los que han sobrevivido están indefensos». Por eso, los cazadores están rastreando el terreno y rellenando los bebederos para que al menos los animales puedan saciar la sed y el hambre.

Sin refugio ni alimento

«No hay una triste mata donde puedan esconderse, sobre todo los animalillos, y si no les ayudamos un poco, que dan al aire libre y las águilas les van a atacar», señala Rivera. «El ciervo se mueve más y puede ir a otras zonas, pero un animal como el conejo, que es territorial, si no les echas algo de comer y beber, lo van a pasar muy mal», añade el cazador al citado medio.

«Se había visto bastante perdiz, mucho pollito nuevo, se iba recuperando la especie con buena densidad; y el conejo también se intentaba sacar para adelante, iba prosperando pero todo se acabó. Ya no es porque la ley lo diga, pero en cinco años no podemos pensar en este cazadero», añade Rivera.

YouTube video
Imágenes cedidas por los propios cazadores.

Este incendio calcinó las perreras de este rehalero tras salvar a sus 120 perros y los cazadores han hecho un llamamiento para ayudarlo

Un incendio calcina las perreras de este rehalero tras salvar a sus 120 perros y los cazadores hacen un llamamiento para ayudarlo
El rehalero, durante una jornada de caza; a la derecha, el incendio. / JyS

Este incendio producido este fin de semana en los pueblos de Domez de Alba (en el municipio de Gallegos del Río) y Vegalatrave arrasó con las perreras del rehalero Ismael Rey Rodríguez, que posee 120 canes para las monterías que se celebran durante la temporada de caza mayor.

El desastre sufrido por el rehalero Ismael Rey -54 años- ha sido tal, que los compañeros que cazan junto a él durante la temporada en batidas y monterías se han movilizado para apoyarlo económicamente con unos 100 euros cada uno, con el objetivo de que pueda reconstruir sus perreras. Te lo contamos en este enlace.