Las Lagunas de Ruidera, ubicadas entre las provincias de Ciudad Real y Albacete, son uno de los grandes paraísos de los amantes de la pesca de ciprínidos que, en los últimos días, se han visto envueltos entre las llamas en medio de la dramática imagen que está asolando cientos de parajes de nuestro país a causa de los incendios.

Además de un paisaje paradisíaco, este enclave manchego ofrece un amplio abanico de especies acuáticas donde, sobre todo, destacan los barbos por el gran volumen que alcanzan en sus aguas.

Ruidera es ese sitio que Miguel de Cervantes elogió en El Quijote y que es un oasis en plena llanura manchega, un brote de vida donde nace el Guadiana. Ahí, donde los sueños de Cervantes yacen, y donde también los han encontrado cientos de pescadores en los últimos años con grandes carpas y barbos de los que nos hemos hecho eco en Jara y Sedal.

400 hectáreas calcinadas en este paraíso para la pesca

En concreto, el fuego ha calcinado alrededor de 400 hectáreas en la zona comprendida entre la laguna de El Cenagal y La Morenilla. Éste se declaró el pasado lunes sobre las 16:00 horas de la tarde y, afortunadamente, en torno a las 13:00 horas de este martes se consiguió estabilizar, quedando controlado en torno a las 15:30 horas. En las labores de extinción siguieron trabajando un total de 13 medios terrestres y medio centenar de personas.

En este sentido, la evolución de las llamas llevaba este lunes a desalojar a algunos vecinos de la urbanización ‘El Cortijo’, la más próxima a la zona en la que se declaraba el incendio, debido a la proximidad del fuego. También se efectuó el confinamiento de la población de Ruidera. Ya se investiga si ha podido ser provocado.

Algunos de los ‘regalos’ que Ruidera ha ofrecido a los pescadores en los últimos meses

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El pescador, con el barbo. © A. G.

El joven pescador Aitor García, de 20 años de edad y natural de la localidad toledana de Consuegra, pescó el pasado 6 de enero, Día de Reyes, dos espectaculares barbos de 10 y 12 kilos de peso. Lo hizo justo en la recta final de una doble jornada que realizó junto a un amigo en las Lagunas de Ruidera. El pescador explicaba a este medio que ya eran las 19:05 horas de la tarde y, cinco minutos antes, hablaron de empezar a recoger… y fue entonces cuando llegó la sorpresa.

Un mes más tarde Carlos Aguado Ruiz, de 33 años de edad y natural de Toledo capital, fue el que se ha hizo con otro enorme ‘trompetero’ en este emblemático lugar de Castilla-La Mancha. Tras ello, narró a la redacción de Jara y Sedal todos los detalles sobre cómo lo pescó junto a su compañero Jesús Sánchez.