Por Julián Pineda

El mundo de la cría, alimentación y adiestramiento del hurón (Mustela putorius furo) está lleno de errores, malentendidos y creencias populares equivocadas, basadas en el desconocimiento de esta especie. Muchos huroneros siguen vistiendo guantes y ven imposible su manejo sin ellos, cuando, como cualquier otro animal más o menos doméstico, podemos conseguir incluso que acuda a nuestra llamada.

Otro de los errores en los que por cultura y tradición se cae es el de alimentarlos durante toda su vida con leche migada con pan o con carne cruda. Estos animales no digieren bien la leche, y eso hay que tenerlo muy en cuenta. Por otro lado, la carne cruda puede ser un alimento adecuado siempre que sea de pollo. Sin embargo, es más fácil y económico alimentarlos con pienso exclusivo para hurones.

Por todo esto, os presentamos esta pequeña guía para tratar de ayudar tanto al que se inicia en el mundo de la caza con hurón como al que ya tiene estos animales y comete fallos.

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© Ángel Vidal

Elige la jaula correcta para tu hurón

Es una de las primeras y más importantes decisiones que vamos a tener que tomar. Debemos tener en cuenta que ha de reunir unas condiciones necesarias para ser apta para nuestro hurón, ya que si la adquirimos sin tener en cuenta esto, nos podemos encontrar problemas que nos harán tener que cambiar de jaula y habremos perdido tiempo y dinero.

Lo primero que debes tener en cuenta es el tamaño de la jaula. El hurón va a pasar la mayor parte del día dentro de ella. Por ello, como mínimo recomendaría un metro de ancho por unos 50 o 60 centímetros de ancho y unos 60 o 70 centímetros de alto.

La jaula debe ser de barrotes metálicos, nunca completamente de plástico y menos de cristal tipo acuario, ya que tiene que ser fresca y tener suficiente ventilación. El suelo debe ser plano, nunca de barrotes tipo para pájaros, es malo para sus patas. Por ello, debería tener bandeja o hacérsela nosotros, para que el animal pise en una superficie plana.

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© Ángel Vidal

¿Qué le doy de comer a mi hurón?

Los hurones necesitan alimentos ricos en proteínas de origen animal, no vegetal. Estos animales tienen un aparato digestivo delgado, por lo que tienen una digestión muy rápida. Por ello deben ingerir un alimento que sea apropiado para ellos, que le aporte los nutrientes que ellos necesitan y les ayuden en la rápida digestión.

El uso de un pienso no específico para ellos puede traer problemas como diarreas o inflamaciones y además, no el hurón no estaría recibiendo los nutrientes necesarios. Para su correcta alimentación hay que emplear un alimento específico para ellos, nunca uno estandar para gatos y mucho menos para perros.

También, como hemos mencionado más arriba, se le puede alimentar con carne de ave de corral, pero es más recomendable el pienso. Si no es consumida de forma rápida, se pudrirá, le sentará mal y olerá. Además, un hurón alimentado con carne olerá mucho más que uno que come sólo pienso y sus heces también. El pienso especial para hurones tiene unos componentes para reducir esos olores.

Cómo debe ser su adiestramiento

Ya estamos en casa y nos percatamos de un detalle que no habíamos tenido en cuenta hasta la fecha: el hurón nos muerde. Hay que entender que un cachorro de hurón muerda es una cosa normal. Como la mayoría de los animales, cuando son crías, juegan entre ellos, y lo hacen mordiéndose, quizá muerdan fuerte. Esto es debido a que estos animales tienen una piel muy gruesa y cuando juegan entre ellos no se hieren ni se causan dolor.

Por lo tanto, el hurón recién llegado al hogar nos olfateará, y a continuación nos morderá. Si bien suelen ser pequeños mordisquitos, mi experiencia ha demostrado que con paciencia, estos bocados se limitarán a cuando esté jugando.

Hay que tener muy en cuenta que es imprescindible sociabilizar con él. Es cierto que son animales que pueden dormir unas 18 horas, pero hay que sacarlos todos los días como mínimo una o dos horas. No importa a qué hora, ellos se adaptan a nuestro horario y una vez despiertos son muy vivos.

¿Qué hago para que se acostumbre a mí?

Para que se acostumbre a nosotros el mejor momento es cuando está durmiendo. Coloca un trapo impregnado con tu olor para que duerma sobre él. Es el momento del sueño donde debemos aprovechar para su socialización, acariciándolo.

También es necesaria una buena dosis de educación y corrección. Cogerles por el pellejo del cuello, tal y como haría su madre, funciona muy bien. El hurón se queda quieto. Es entonces cuando le gritaremos ¡NO! y le daremos unos leves meneos. Además al mismo tiempo del ¡NO! se le pueden dar unos suaves pero firmes golpecitos en la nariz con el dedo.Esto es muy efectivo y aprenderá rápido lo que no debe hacer.

Un período de castigo en un sitio cerrado ayudará también. Es muy importante no castigarle metiéndolo otra vez en su jaula, ya que al ser su casa, no entenderá el castigo. Lo mejor es conseguir una jaula más pequeña o similar.

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© Ángel Vidal